Mohamed Ali-Joe Frazier, Alain Prost-Ayrton Senna, Roger Federer-Rafael Nadal y Cristiano Ronaldo-Lionel Messi. El duelo entre el portugués y el argentino ya tiene su lugar entre las grandes rivalidades de la historia del deporte, pero la marcha de CR7 del Real Madrid abre un enorme interrogante: ¿habrá más capítulos del enfrentamiento?
Pocas sensaciones más paradójicas debe haber en la vida y en el deporte que perder a un "enemigo". La marcha de un compañero o un amigo genera naturalmente tristeza o nostalgia, pero la del mayor rival que se ha tenido también puede provocar un enorme vacío.
No es que Cristiano y Messi sean enemigos acérrimos más allá del deporte ni mucho menos. Ambos tuvieron siempre una relación cordial y de respeto mutuo e incluso Cristiano Jr,hijo del crack portugués, ha manifestado que tiene al jugador del Barcelona como ídolo.
Pero su rivalidad tampoco es exclusivamente mediática. Los dos marcaron una época en el futbol y se han empujado uno al otro a ser mejores. Messi, sobre todo, fue durante años el faro que impulsó a Cristiano a mejorar y evolucionar constantemente. Y Cristiano ha sido, especialmente en los últimos años, un competidor voraz para Messi. Hoy, ya nadie puede discutir seriamente que Cristiano no merezca un lugar tan grande en la historia como Messi. O incluso mayor.
La marcha de Cristiano a la Juventus ya no permitirá verlos enfrentarse en el clásico español, el duelo de clubes más grande del mundo. Les quedará la posibilidad de cruzarse en la Liga de Campeones o la Supercopa de Europa. O tal vez en sus selecciones, aunque el futuro de Messi en el equipo albiceleste es todavía una enorme incógnita y el del portugués, a sus 33 años, tampoco está demasiado claro.
Cristiano y Messi se enfrentaron en 34 ocasiones, con 16 victorias del argentino, nueve del portugués y nueve empates, según datos de la web especializada Transfermarkt. Ronaldoanotó 18 goles jugando ante Lionel y el argentino 21, además de brindar 12 asistencias.
De esos enfrentamientos, apenas cinco se produjeron en competiciones europeas. En cambio, 18 ocurrieron en la Liga española, cinco en la Copa del Rey y cuatro en la Supercopa española. Esta posibilidad ya no existirá. Los restantes dos fueron a nivel de selección.
Las primeras tres veces que se cruzaron, Cristiano no vestía la camiseta del Real Madrid, sino la del Manchester United. Ocurrió en las semifinales de la Liga de Campeones de la temporada 2007/08 y al año siguiente en la final. El primer triunfo fue para el portugués, en la serie que se disputó el 23 y el 29 de abril de 2008, pero luego cantó victoria Messi en la final de la siguiente Champions.
La rivalidad, sin embargo, fue más allá de los electrizantes duelos entre sus equipos. Ambos fueron símbolos de las épocas más gloriosas del Real Madrid y el Barcelona en la historia reciente. Y ambos marcaron una era en el fútbol y en el deporte global.
Que Cristiano y Messi se hayan repartido los últimos diez Balones de Oro -cinco el portugués y cinco el argentino- refleja como pocas estadísticas la magnitud de su monopolio. Y, casualidad o no, este año tal vez sea el primero en más de una década en que ninguno se quede con el premio. ¿El signo de una rivalidad que comienza lentamente a disiparse?