El Gobierno griego suspendió hoy la Liga de fútbol del país ante la escalada de violencia, un día después de que el presidente del PAOK de Salónica entrara en pleno partido al césped con una pistola en la cintura.
"Esta suspensión es por un tiempo indeterminado", anunció en la televisión el viceministro Dimitris Vassiliadis, encargado del deporte, tras una reunión con el primer ministro, Alexis Tsipras.
"Ahora tendremos reuniones y discusiones con la federación de fútbol, los clubes y la UEFA", añadió Vassiliadis.
Esta decisión llega apenas unas horas después de que las imágenes del clásico entre el PAOK Salónica y el AEK de Atenas dieran la vuelta al mundo.
El encuentro fue suspendido en el minuto 89 por un altercado que incluyó las amenazas del dueño del equipo ateniense, que entró al campo con una pistola.
En el final del encuentro, hasta ese momento sin goles, el árbitro anuló un tanto al PAOK por un fuera de juego, lo que provocó la salida al campo de Ivan Savvidis, dueño y presidente del equipo, que amenazó al árbitro y a rivales, según las imágenes de la televisión griega.
La televisión estatal y varios portales de noticias mostraron la imagen de Savvidis, que llevaba una pistola en el cinturón mientras entraba el campo.
El árbitro y sus asistentes corrieron al vestuario. Según medios, el árbitro cambió más de dos horas después de la suspensión su opinión y explicó a los capitanes, en los camerinos, que el gol sí contaba.
El AEK, sin embargo, se negó a regresar al campo, por lo que el caso deberá ser resuelto por la justicia deportiva griega. El cuadro de la capital griega lidera el torneo con 54 puntos, dos más que el Paok.