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El delantero peruano Paolo Guerrero, del Flamengo brasileño, fue multado y suspendido de conducir durante un año al negarse a soplar en un control de alcoholemia en Río de Janeiro, informaron hoy fuentes oficiales.
La Policía dio el alto a Guerrero el miércoles cerca de la medianoche en un control de alcoholemia que se desarrollaba en la zona sur de Río, pero el futbolista se negó a soplar para verificar si se encontraba en estado de embriaguez.
Las autoridades comprobaron además que el capitán de la selección peruana conducía el vehículo con el carné caducado, según informaron a Efe fuentes de la "Operación Ley Seca", organismo vinculado al Gobierno del estado de Río de Janeiro.
Tras su negativa a realizarse los análisis, Guerrero fue multado con 2.934 reales (unos 760 dólares) y suspendido de conducir durante el próximo año.
"Se negó a soplar, no quiso hacer el test para saber si estaba embriagado y además estaba con el carné de conducir vencido. El vehículo fue retenido y solo lo retiró un compañero suyo que aceptó hacerse el análisis y dio negativo", apuntaron las citadas fuentes.
"Normalmente, cuando no hacen el teste es porque bebieron", añadieron.
El incidente se produce a menos de un mes de que finalice el contrato de Guerrero con el Flamengo, que expira el próximo 10 de agosto sin que las partes hayan aún alcanzado un acuerdo para renovarlo, si bien la directiva del club ya ha mostrado su deseo de retener al atacante por más tiempo.
El goleador llegó a Brasil después de que la selección peruana cayera eliminada en la fase de grupos del Mundial de Rusia.
Guerrero consiguió disputar el mayor evento futbolístico del planeta gracias a una cautelar de la justicia ordinaria suiza, que suspendió provisionalmente la inhabilitación por dopaje que pesa en su contra.
Con base a esa decisión, Guerrero, de 34 años, podrá seguir jugando ya que el Tribunal Federal de Suiza aún no ha emitido una decisión en firme.