Quizá no sea hoy, pero en los próximos días el presidente Andrés Manuel López Obrador podría tomar algunos minutos de la conferencia mañanera para presumir un logro deportivo. El beisbol mexicano, disciplina consentida de la 4T, está cerca de obtener su primer boleto a los Juegos Olímpicos.
En Tokio 2020, el Rey de los Deportes regresa al programa olímpico después de 12 años, y México se aproxima gracias a los triunfos que acumula en el Premier 12, torneo que funge como clasificatorio.
Acudir a la justa del próximo verano será una medalla que se colgará el gobierno de López Obrador, que estableció una oficina en Palacio Nacional para desarrollar y promover el beisbol en el país, con un presupuesto anual de 350 millones de pesos.
Para que el Presidente salga a su tradicional mañanera a contar cómo la Selección Mexicana “macaneó”, necesita superar a Estados Unidos en el Premier 12, algo que es muy factible de acuerdo con la marca (3-0), que acumula la novena de Juan Gabriel Castro.
En la Súper Ronda del certamen que se celebra en Tokio, las novenas de México y Estados Unidos fueron las únicas de América que consiguieron un lugar. En la fase previa fueron eliminados: Cuba, Canadá, República Dominicana, Puerto Rico y Venezuela.
El beisbol se agregó al menú olímpico de 2020 con tan solo seis lugares. Hasta ahora Japón (país sede) e Israel son los conjuntos que ya tienen su pase. México se unirá a estas dos naciones si en los siguientes días —sea como sea la fórmula—, queda por delante de Estados Unidos en la Súper Ronda.
Es decir: supera a EEUU en la final, si enfrenta en el duelo por primer lugar a cualquier equipo que no sea el estadounidense o si el país de las barras y las estrellas termina entre el cuarto y sexto sitio.
Desde que asumió la presidencia AMLO hizo del beisbol un asunto de Estado. Durante la Serie Mundial dio un recuento de las actuaciones de los tricolores que participaron. Ahora espera por ver a México en los Olímpicos, algo que ningún presidente ha podido.