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Los jugadores del América solicitan a su afición y a la de los Pumas que dejen que el duelo se juegue en la cancha, para evitar algún conflicto de violencia en las instalaciones de Ciudad Universitaria.
“No es más que un partido de futbol,”, dijo Agustín Marchesín. “Los dos equipos y las aficiones queremos ganar, no hay que incentivar a la violencia. Es un partido importante y hay que ganarlo, porque el que lo haga se irá caliente, mientras que el otro se va caliente a casa”.
Nicolás Castillo, el último refuerzo azulcrema regresa el domingo a Ciudad Universitaria, su casa por año y medio. El chileno abandonó a los Pumas para firmar con el Benfica, pero en seis meses llegó con el club de Coapa, el acérrimo rival.
La contratación del andino no cayó bien en la afición auriazul, por lo que el domingo el foco estará en el delantero, quien podría ser titular.
“No sé qué le tengan preparado”, agregó Marchesín en las instalaciones del América. “[...] hay familias detrás del jugador, quien trabaja en el mejor equipo de México. Es una excelente persona y estamos muy contentos con su llegada”.
Hace poco más de dos meses fue la última vez que Pumas y América se enfrentaron, resultado de 6-1 a favor de los azulcrema. Los seguidores de los del Pedregal tienen un historial de violencia, sobre todo cuando las Águilas visitan el estadio Olímpico Universitario. A pesar del registro de agresiones, los campeones del futbol mexicano no quieren distraerse con lo que pasa fuera del campo.
“Que salgan a decir que debemos de llegar en camionetas blindadas,me parece una falta de respeto. Mientras exista el respeto, todo se queda en la cancha”, subrayó Marche.