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Estoy altamente emocionado porque cada vez se acerca más el Gran Premio de México a celebrarse el 28 de octubre. Es inevitable para mí pensar en este evento sin acordarme de las carreras que por la década de los sesenta se organizaban por distintos clubs de automóviles. Entre ellos estaba el Auto Club ESIME, el Club de Autos UNAM, el Club Automovilístico Francés y muchas otras organizaciones a lo largo de la República Méxicana.
Uno de las más destacadas organizaciones de este tipo era el Club Automovilístico RODA, el cual hizo una gran labor para invitar a pilotos internacionales a correr en nuestro país en distintas competencias dentro del Autódromo de la Magdalena Mixhuca (hoy conocido como el Autódromo Hermanos Rodríguez).
Me parece importante contarles que, en ese entonces, gran parte del esfuerzo para que el máximo serial de competencias automovilísticas llegara a nuestro país fue por parte del presidente Adolfo López Mateos. A él le gustaban mucho las carreras de autos y él mismo gustaba de conducir vehículos deportivos como Ferrari, Maserati y Alfa Romeo. El mandatario y el ingeniero Gilberto Valenzuela (constructor del autódromo) tienen gran parte de la responsabilidad de que hoy haya carreras internacionales en nuestro país.
Uno de los antecedentes del Gran Premio de México fue la realización de una carrera de autos Fórmula Jr, en la cual hubo una enorme asistencia del público mexicano por la presencia de increíbles autos como Lotus, Cooper, Porsche y muchos otros que demostraron el interés de nuestro país por el automovilismo.
Esto fue en 1961 y recuerdo que yo transmitía un programa en la cadena XEX Radio. Luego del éxito de la carrera, nos dieron el anuncio que el año siguiente tendríamos Fórmula 1 en México. Me acuerdo de la emoción y de cómo me temblaban las manos por la euforia de comunicar esta noticia.
En ese entonces ya eran famosos algunos pilotos nacionales. Evidentemente, los más reconocidos eran Pedro y Ricardo Rodríguez y con más tiempo, Moisés Solana. Sin embargo, apenas se empezaban a escuchar los nombres internacionales de Jim Clark, Dan Gurney, Masten Gregory, Bruce McLaren y muchos otros.
Desde el principio se anunció que Ferrari no vendría como equipo, ya que el primer Gran Premio de México no tuvo validez para sumar puntos en el campeonato mundial y para los italianos, venir a nuestro país era un gasto innecesario.
El evento se realizó los días 1, 2 y 3 de noviembre. La primera práctica estuvo manchada por la trágica muerte de Ricardo Rodríguez. El mexicano era uno de los mejores pilotos del mundo y el primer día de GP de México perdió la vida al manejar un Lotus.
Recuerdo que me tocó transmitir el lamentable evento. Ricardo perdió el control del auto y salió disparado de su auto para después caer en la valla metálica. Su muerte fue una tragedia nacional y mundial, pues era una de las promesas del automovilismo mundial. Era piloto oficial de Ferrari y tenía 19 años, cuando la edad promedio de la Fórmula 1 para un piloto era de 35 años.
La carrera la ganó Jim Clark pero más tarde fue descalificado. Estos dos eventos marcaron al primer GP de México y más adelante, muchas anécdotas caracterizaron a las visitas de Fórmula 1 en nuestro país.
