El América se resistió a la derrota. Resucitó de entre las cenizas para rescatar su invicto y seguir como líder del torneo. Bruno Valdez acudió al rescate americanista en tiempo de compensación.

Como zaguero, fue el héroe inesperado para marcar el gol del empate (91’) ante Veracruz .Un testarazo para mantener a su equipo sin derrota, tras ocho jornadas (16 puntos). Sufrimiento azulcrema, luego de estar abajo en el marcador casi 45 minutos, por el tanto escualo de Carlos Esquivel en el amanecer de la segunda mitad.

Duelo en que los Tiburones se aferraron al empate. Sumar como sea ers la consigna y se dedicaron a trabar el juego con faltas en la mitad de la cancha y en los costados para evitar desbordes. Táctica empleada para evitar malos entendidos en su zaga, mientras América se encontró escaso de ideas. Su prinicipal arma eran los errores veracruzanos: Pedro Gallese, el portero local, fue mejor gestor de jugadas para el cuadro azulcrema.

l meta peruano dejó dos balones a la deriva. Muertos en el área. Goles cantados, pero Oribe Peralta lo envió por arriba de la portería y Cecilio Domínguez, en la segunda opción, falló en empujar la pelota.

La intención emplumada quedó frenada por su intascendencia. La primera parte americanista careció del hombre distinto que fuera capaz de inclinar el marcador a su favor. Ni Jérémy Ménez, ni Cecilio Domínguez pudieron deshacerse de algún enemigo o poner un balón que desquiciara a la defensiva del Veracruz.

Miguel Herrera, técnico de los amarillos, fiel a su costumbre, manoteaba más hacia los árbitros, porque sus futbolistas estaban lejos de dejar en claro quién era el líder del Clausura 2018.

El descanso llegó para tratar de reacomodar las ideas. América recibió una cachetada al inicio de la segunda mitad. Un gol en contra, hasta entonces inesperado. Perdió la pelota en la salida, la tomó Daniel Villalva, quién cedió a Carlos Esquivel. Este último vio a Agustín Marchesín y su achique.

El volante escualo hizo gala de una técnica individual envidiable en el golpeo. El balón suave, pero con un efecto de afuera hacia adentro, venció la meta americanista (47’). El Puerto comenzó a vivir un carnaval en las gradas del estadio Luis “Pirata” Fuente. Obligado, América empezó a encontrar lucidez. Oribe Peralta fusiló al meta jarocho Melitón Hernández, quien contuvo; el contrarremate lo puso en el travesaño Andrés Ibargüen.

Gritos de gol ahogados. Suspiros escualos e impotencia entre los habitantes de Coapa. El paseo nervioso del “Piojo” fue acompañado de la quema de los cartuchos ofensivos para buscar el empate. Le dio ingreso a su máximo goleador en el torneo, Henry Martín. Sin embargo, fue Valdez quien igualó con el partido casi extinto. Empate que puede representar un triunfo moral para el América líder. Veracruz dejó ir dos puntos que lo pueden condenar al descenso. Está a ocho puntos de la zona de permanencia.

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