Guadalajara.— Después del 15 de marzo de 2018, las Chivas quedaron atrapadas en un profundo abismo institucional.
En aquella fecha, Francisco Gabriel de Anda fue presentado como el nuevo director deportivo (solamente duró 88 días en el cargo), en un acto encabezado por Jorge Vergara, propietario del club, quien ya no volvió a aparecer en público. Misterioso alejamiento que desencadenó especulaciones sobre un delicado estado de salud y un reajuste en el organigrama.
Más de un año que Jorge Vergara se alejó de la vista pública y el Rebaño no para de acumular fracasos y de dañar el legado.
Con Matías Almeyda en el banquillo, las Chivas se alejaron del descenso y se hicieron de cinco títulos: uno de Liga, dos de Copa MX, uno de Concacaf y una Supercopa.
Sin embargo, la relación del estratega argentino con José Luis Higuera, CEO de Chivas, se desgastó, y tomó la decisión de no continuar como entrenador para el torneo Apertura 2018. Ni el Mundial de Clubes fue motivación para quedarse como pastor del Rebaño.
La siguiente apuesta, y de las más cuestionadas por la afición rojiblanca, fue la de José Cardozo como nuevo timonel, en un fallido intento de transmitir a sus delanteros la mística de que una vez gozó y para devolver al equipo a los primeros planos. Pero fue lo contrario. Chivas sigue sin un estilo efectivo y de nueva cuenta lejos de Liguilla.
No despiertan. Una pifia más se dio con la venta y compra de jugadores, aunque en unos casos representaron salidas forzadas por pleitos contractuales, como Osvaldo Alanís y Carlos Salcido.
Otros que dejaron el plantel, por su jugosa venta y en represalia hacia los futbolistas por revelar adeudos en premios económicos, fueron Rodolfo Pizarro, Ángel Sepúlveda, José Juan Macías, Orbelín Pineda, Edwin Hernández, Ángel Zaldívar y Mario de Luna; con Rodolfo Cota se acabó el préstamo.
Pese a la grilla tapatía, la directiva fue dadivosa para contratar a Josecarlos Van Rankin, Alexis Vega, Dieter Villalpando, Hiram Mier, Jesús Molina, Luis Madrigal y el portero Raúl Gudiño.
Paces con la TV. Con la ausencia de Jorge Vergara, pero su hijo, Amaury, al mando, los derechos televisivos también se movieron, para restarle proyección a Chivas TV.
Además de reconciliarse comercialmente con Televisa —mediante su canal de televisión restringida—, en Chivas se llegó a un acuerdo para volver a transmitir sus juegos de local por la señal de TV Azteca.