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La audiencia de apelación que vivió la marchista mexicana Guadalupe González, vigente subcampeona olímpica, estuvo repleta de señalamientos respecto a las incongruencias que mostró en su primera declaración ante el tribunal de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF). Por lo anterior, según su abogado Andrés Charria, será difícil que se revierta su suspensión de cuatro años por dopaje.
“Siendo realista, y Lupita lo sabe, es muy difícil revertirla”, sostiene en entrevista a EL UNIVERSAL Deportes. "Su audiencia de apelación fue muy dura. Cualquier argumento que nosotros dábamos como abogados defensores, el equipo de la IAAF nos respondía: '¿Cómo sabemos que ahora sí nos dicen la verdad?'".
González, una de las atletas que sería una de las esperanzas mexicanas de refrendar medalla en Tokio 2020, fue suspendida en mayo del 2019 por dar positivo a una prueba antidopaje por la sustancia trembolona.
El primer equipo legal de González defendió a la marchista ante la IAAF diciendo que había consumido carne contaminada. Un emisario de la Federación Internacional verificó las declaraciones de los abogados y de la misma marchista y encontró múltiples irregularidades, como que algunos puestos de tacos donde habría consumido habían cerrado desde hace años.
González fue suspendida cuatro años y cambió de equipo legal, que encabeza Charria, para tratar librar o reducir la suspensión.
"La resolución saldrá a más tardar el último día de enero. Tenemos confianza de tener un resultado positivo, porque si fuera lo contrario la IAAF hubiera dado un veredicto en los primeros días después de la audiencia, que fue a mediados de noviembre", agrega.
Charria descarta que haya un incremento de la suspensión de González, en caso de que la IAAF revalore las irregularidades de sus declaraciones iniciales. Sin embargo, si la suspensión de cuatro años se mantiene, dejaría a González definitivamente sin esperanzas de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
