Ni el mismo infierno pudo quemar las alas de unos Santosque, inmunes al ambiente escarlata, volaron con su sexto título de Liga tras ganar el global 2-3 al Toluca.
Pegaron primero en la Comarca (2-1) y vinieron al Nemesio Díez para reivindicar que en este Clausura 2018 estaban tocados por la mano de su divinidad Robert Dante Siboldi.
Los del técnico uruguayo no sucumbieron con los gritos de las fervientes gradas que desplegaron impresionantes pancartas ni ante la agresividad con la que saltaron los locales, además del recuerdo de que Santos perdió una final con Toluca en el Bicentenario 2010 y en este mismo escenario.
Mientras que el pacto acabó para los endemoniados pupilos del técnico Hernán Cristante. Pese a terminar el torneo como líderes, los Diablos Rojos dejaron ver importantes deficiencias durante la Liguilla y que literalmente les pasó factura hasta el final. En especial su mediocampo, con Leopoldo López fuera de ritmo y Antonio Ríos distraído que permitieron que los laguneros abrieran el marcador con un trazo largo de Carlos Izquierdos a Julio Furch (9’). El argentino controló y tiró raso el esférico, bien colocado al costado izquierdo del portero Alfredo Talavera.
Toluca tuvo la posesión, presionó con miedo al contragolpe. Incluso, perdieron a Pablo Barrientos por lesión (29’) y recurrieron a Alexis Canelo, hombre que estaría viviendo sus últimos momentos como escarlata.
Para la segunda mitad, Santos hizo evidente que defendería con todo el resultado. Once laguneros aguantaron ríspidos a la ofensiva de casa, que falló en reiteradas ocasiones en los zapatos de Fernando Uribe y Luis Quiñones.
Rubens Sambueza, de los que más generó y de los que más corajes hizo, al ver que el árbitro central César Ramos Palazuelos difícilmente le concedía una falta. El volante argentino no se guardó las rabietas hasta 85 minutos, cuando descontó y dio ligera esperanza a un infierno que gritó hasta el pitado final: “¡Sí se puede, Toluca, sí se puede!”… pero no se pudo; los albiverdes, justos ganadores.