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Cuatro años de la muerte del hijo del Perro Aguayo

Su postura sobre el encordado era poco habitual, no se movía, no respiraba..

Foto: Agencias
21/03/2019 |12:29
EL UNIVERSAL San Luis Potosí
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Fue en una función que se realizó en el auditorio de Tijuana. La lucha era ante Rey Mysterio. 

Apenas iban seis minutos de combate cuando el dueño del 619 pateó hacia las cuerdas al Hijo del Perro Aguayo. Su postura sobre el encordado era poco habitual, no se movía, no respiraba... La angustia se apoderó de los luchadores y la afición. Konnan desesperaba trataba de hacerlo reaccionar. El personal médico lo movía pero no recibían respuesta, con una camilla improvisada, el luchador fue trasladado a un hospital cercano.

Horas más tarde la empresa Triple A confirmó su muerte.

Una lesión en las cervicales provocó un paro respiratorio, lo que llevó al fallecimiento de Pedro Aguayo Ramírez a los 35 años de edad, un 21 de marzo del 2015.

Hace cuatro años.

Su muerte paralizó al mundo luchístico y con esto se demostró, una vez más, que la lucha libre no se trata de un juego y como alguna vez lo dijo Máscara Año 2000: “La gente piensa que es un juego, es un deporte de alto riesgo. Sabemos que subimos al ring pero no sabes si vamos a bajar”.

El líder de los Perros del Mal fue hijo de una de las grandes leyendas del deporte espectáculo del país, el “Perro” Aguayo. Debutó profesionalmente en 1995 a los 15 años en la “Tres Veces Estelar”. Gracias a su juventud, fue uno de los gladiadores que pudo presumir de luchar junto a su padre y obtener el Campeonato Nacional de Parejas. Tras ocho años en la Triple A, El Hijo del Perro Aguayo pasó al Consejo Mundial de Lucha Libre.

En la Arena México reforzó su estatus de ídolo rudo, consiguió triunfos al por mayor, entre los más significativos fue el de la histórica unión con su padre para vencer en una lucha de cabelleras a los Hermanos Dinamita: Máscara Año 2000 y Cien Caras en el 2005. Además, protagonizó una de las más grandes rivalidades de la empresa en los últimos años.

Los aficionados en la “Catedral de la Lucha Libre” fueron testigos de combates emocionantes contra Místico, sin embargo se quedaron con las ganas de vivir un duelo de máscara vs cabellera. Lo que marcó su paso por el CMLL fue la creación de los Perros del Mal, equipo que incluía a Héctor Garza, Damián 666 y Halloween.

En 2008 fue un año especial para el “Cachorro” creó su propia marca llamada “Los Perros del Mal” y también regresó a la Asistencia, Asesoría y Administración junto con su equipo. Mantuvo el protagonismo en los encordados, ganó Rey de Reyes en 2012 y un año después, en Triplemanía XXI rapó al Cibernético.

Aguayo Ramírez fue un guerrero dentro y fuera del ring, su combate más fuerte fue vencer el cáncer de estómago en 2011. Tras su fallecimiento, empresas en el mundo decidieron rendir homenaje a un gran luchador, claro ejemplo el de la Triple A que en agosto del 2015 lo incluyeron en su Salón de la Fama.

Un día como hoy pero de hace cuatro años, la lucha libre perdió a un gran gladiador que dejó un vacío que nunca se podrá llenar. Su nombre quedará en la inmortalidad de los pancracios mexicanos.