Errores de logística, planeación, hasta del árbitro y del comisario ocurrieron en el juego entre el Atlético de San Luis y los Gallos Blancos del Querétaro.
La bronca que se desató al final del juego se construyó a lo largo del partido, debido a la falta de capacidad de las autoridades.
A los 51 minutos de tiempo efectivo, las agresiones de la porra de Gallos Blancos, que se encontraba en la cabecera sur, sobre la gente de San Luis que fue mal ubicada debajo de estos, obligó a que está gente bajara al campo de juego para ser reubicada en otro lado de la tribuna.
Esto se hizo con el juego en movimiento, ni el silbante ni el comisario pensaron en detener el encuentro, alejar a los futbolistas de esa zona para que la movilización se hiciera de manera más ordenada y rápida.
En el vídeo de Grupo Radio Centro, se ve claramente como la gente pasa alrededor del tiro de esquina, y los jugadores se encuentran cerca.
Y todo eso derivó, entre algunas cosas más, en el infierno que se vivió en el estadio Alfonso Lastras.