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Este Cruz Azul no permite sorpresas. Si hay que derrotar al sotanero, se hace. Si hay que lucirse, también. La Máquina ya aprendió a ser contundente.
Un inofensivo Atlas se presentó en el Estadio Azteca con nada que aportar ni armas para amenazar. El líder del certamen los venció sin complicaciones 2 por 0.
Una pincelada del pie izquierdo de Adrián Aldrete y una jugada entre José Madueña con Milton Caraglio firmaron el sexto triunfo del Cruz Azul en su nueva casa. Seis de seis para el equipo de Pedro Caixinha en el Coloso de Santa Úrsula, que lució con poca gente en un partido lluvioso, como el resto en la Jornada.
Ni cómo ayudar al Atlas, porque ellos se lastiman solos. El joven rojinegro, Ían Torres, le regaló un balón a Aldrete, quien sin pensarlo lo mandó al ángulo izquierdo de la portería. José Hernández, meta tapatío, se lanzó para adornar la fotografía, ya que jamás llegaría a tapar el disparo.
La Máquina peloteo por todo el campo a su rival. Si los tapatíos obtenían el control del esférico, los locales no tardaban mucho en recuperarlo. Las variables de los celestes mareó a los pupilos de Guillermo Hoyos, quien como nuevo técnico sólo ha tenido tiempo de enseñar algunas estrategias de pizarrón en jugadas a balón parado. Nada más.
La única acción de peligro para el Atlas estuvo en los pies de Octavio Rivero. El uruguayo estuvo sin marca frente a Jesús Corona, era su primer gol en el futbol mexicano y segundo de su equipo en el certamen, pero estrelló la pelota sobre el meta veterano, con todo y que tenía lastimado un dedo del pie derecho.
Cuatro minutos después de esa jugada, al 45´, Milton Caraglioerró una oportunidad clara para el 2-0, mientras su competencia en el vestidor, Martín Cauteruccio, veía desde lejos el partido porque no estuvo convocado.
Para la segunda mitad, el argentino se desquitó con su cuarta diana del torneo. La inocencia de la defensa del Atlas, la picardía de José Madueña y contundencia del sudamericano–ambos ex jugadores rojinegros–, liquidaron las ilusiones de los sotaneros.
Después de unos rebotes en el área, el lateral por derecha tocó de taquito a su compañero, sin misericordia.
La era de Rafael Márquez como directivo del equipo de sus amores, tiene a los rojinegros hundidos, con un par de empates, ocho derrotas, 16 goles en contra y uno a favor.
Así como los tapatíos agonizan, La Máquina se aleja del América a tres puntos y se mantiene como líder, con 23 unidades.
