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Este jueves, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, otorgó el perdón presidencial póstumo al boxeador Jack Johnson, quien fuera el primer campeón afroamericano peso completo de la historia, y que además, fuera condenado por tener una relación con una mujer blanca en 1913.
Nació un 31 de marzo de 1878 en Galveston (Texas), hijo de padres que habían sido esclavos y que después se dedicaron a la limpieza.
En 1908 hizo historia al conseguir el primer título mundial para un pugilista afroamericano, título que ostentaría hasta 1915.
Una de sus peleas más recordadas, fue la denominada “Pelea del Siglo”, cuando el “Gigante de Galvesto” peleó contra el ex campeón mundial James Jeffries. Dicho combate causó gran tensión racian en la sociedad estadounidense cuando Johnson venció a su contrincante, provocando casi una veintena de muertes en manos de personas blancas.
Para 193, Johnson fue condenado por un jurado de Illinois, Chicago, compuesto únicamente por hombres blancos, por violar la Ley de Tráfico de Esclavos Blancos de la era Jim Crown.
Conocida como ley Mann, prohibía el transporte de un estado a otro de mujeres blancas para "propósitos inmorales". Johnson fue arrestado en 1912 por sostener una relación con la presunta prostituta blanca, Lucille Cameron.
En 1915, Jess Willard noqueó a Johnson en el 26º asalto de su combate en La Habana. Johnson afirmaría después que había pactado su derrota con el departamento de estado norteamericano para que le dejasen visitar a su padre antes de ingresar en prisión.
El púgil se escapó del país a Europa y luego a Argentina, pero finalmente retornó a EE.UU. en 1920 para saldar la cuenta con la justicia y cumplió una condena de nueve meses en la penitenciaria de Leavenworth, donde disputó cinco combates. Se retiró definitivamente en 1938, con 60 años. Murió en un accidente de tráfico en 1946, tras salir de una cafetería en la que se habían negado a servirle.