Andrés Guardado sonríe en cuanto repara en la posibilidad de que el astro Zlatan Ibrahimovic sea reintegrado con el combinado sueco que disputará Rusia 2018. Se trata de una reacción espontánea, que refleja el sentir de un hombre completamente familiarizado con los cuestionamientos y dudas que suelen rodear a la Selección Mexicana durante las semanas previas a cualquier Copa del Mundo.
El capitán tricolor está perfectamente consciente del escepticismo que rodea al representativo de cara al máximo evento futbolístico del orbe. La cólera que despierta el método de Juan Carlos Osorio, más el hecho de que se compartirá sector con Alemania, Suecia y Corea del Sur, provoca que haya menos esperanzas de avanzar a los octavos de final, ronda a la que los mexicanos llegaron en los últimos seis Mundiales.
Toda esa combinación es la que motiva al Principito, quien aplaude lo sinuoso que luce el camino, porque —desde su perspectiva—, no habrá manera de criticarlos si llegan a las etapas de eliminación directa.
“Ojalá que [Ibrahimovic] vaya... Y por eso nos tocó el grupo que nos tocó, el cruce que se nos puede presentar [posiblemente, contra Brasil en octavos de final]”, sentencia. “Dios quiera que nos vaya muy bien, para que nadie tenga el pretexto de decir que nos tocó un grupo fácil”.
El dardo apunta a quienes, según el volante del Real Betis, cuestionan al Tricolor por sistema, aunque admite que todavía existen falencias por corregir, quedó claro en el duelo de la noche del viernes disputado sobre el césped del estadio Levi’s.
En el actual ranking de la FIFA, Islandia (rival de anteayer), ocupa el puesto 18, mientras que los suecos están en el 19; no obstante, Guardado considera que los adversarios en la Copa del Mundo son más calificados.
“[El partido del viernes nos dejó] un balance muy positivo, y no por el triunfo. Obviamente, ganar te viene bien, por el tema de la confianza y trabajas mucho mejor, pero está reforzado porque sabíamos que nos encontraríamos muchas dificultades parecidas a las de Suecia y, en ese aspecto, se vieron algunas carencias, lo cual nos viene muy bien de cara al Mundial”, reconoce. “Sufrimos muchísimo en juego aéreo, contragolpes, pero este tipo de partidos para eso son”.
“Estamos contentos, pero conscientes de que debemos mejorar en muchos aspectos, sobre todo, en la defensa, para no dejar tantos espacios en el contragolpe, porque ellos son muy fuertes”.
Si se cumple su teoría, el duelo del 27 de junio, en Ekaterimburgo, será mucho más complicado que el del viernes, en el hogar de los 49ers de San Francisco.
“Por supuesto que lo es [Suecia mejor que Islandia]”, sentencia. “Con todo respeto para Islandia, por historia, viendo dónde juega cada futbolista de ellos... Obviamente tienen un poco más de calidad y, en un Mundial, también la atmósfera cambia muchísimo, pero hay que valorar lo que se hizo en este partido”.
Que según el análisis del mediocampista, debe servir para avanzar y cumplir la meta de dejar sin argumentos a sus críticos.
Mientras llegan a ese momento, el capitán de la Selección Nacional se concentra en el trabajo que deben hacer para llegar con el mejor nivel posible a Rusia, en donde volverán a estar a prueba en busca de la trascendencia que nunca han alcanzado.