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Muchos de nosotros somos incapaces de tomar los ocho vasos de agua que recomiendan los doctores. Ninguno tenemos cinco anillos de Super Bowl como Tom Brady, quien para mantenerse a los 41 años con un cuerpo de 29, incluye en su estricta dieta 25 vasos de ese líquido.
La fuente de la eterna juventud o el efecto Benjamin Button es consecuencia del plan que desde hace varios años Brady ejecuta a órdenes de su entrenador personal, Alex Guerrero, mismo que revelaron en un libro con el nombre Método TB12.
Brady, quien el próximo 3 de febrero tendrá la oportunidad de incrementar su legado dentro de la NFL, cuando se enfrente a los Rams de Los Ángeles en Atlanta, lleva un riguroso programa que pretende lo conduzca a jugar hasta los 45 años.
Los días para el veterano inician a las seis de la mañana, con medio litro de agua, adicionada con electrolitos. En el libro explica la importancia de estar hidratado.
Más tarde, antes de comenzar su entrenamiento, acostumbra beber un smoothie que contiene moras, plátano, nueces y semillas, porque “es alto en grasa, proteína y contiene gran cantidad de calorías”, escribe en el texto.
El secreto del quarterback, quien se encuentra en su decimoséptima temporada, es que hace un par de años eliminó de su rutina el trabajo con pesas, para sustituirlo por bandas de resistencia, las cuales utiliza a partir de las 8:00 horas.
La flexibilidad muscular en los deportistas contribuye a que la edad se convierta en un número sin relevancia, además de prevenir las lesiones.
“Es mantener tus músculos largos y suaves. Hacemos tantos ejercicios de fuerza en el gimnasio que provocan que nuestros músculos se mantengan cortos y tensos”, explica el jugador en Método TB12.
¿Cambiarías tu estilo de vida, cenar temprano y estar en cama a las 20:00 horas para lograr alguna meta? A Brady le ha funcionado.