Pablo Pérez, futbolista de Boca Juniors y quien resultó con afectaciones en uno de los ojos durante el ataque al autobús de su equipo previo a la Final de la Copa Libertadores, regresó al hospital este lunes.

Al salir de esta nueva revisión, el capitán xeneize arremetió contra la Conmebol y los organizadores del torneo, de los que afirma los querían obligar a jugar en un ambiente hostil como lo fue el Estadio Monumental, de River Plate.

"No puedo jugar en una cancha donde puedo llegar a morir. Si ganábamos y dábamos la vuelta en cancha de ellos, quién me sacaba de ahí", declaró el jugador.

La final de la Copa Libertadores se ha convertido en todo un calvario, ya que se ha postergado tres veces, con los hechos de violencia de este fin de semana de un grupo de seguidores de River. Incluso así, algunos directivos esperaban que se llevara a cabo el partido del sábado.

“ Es una vergüenza, estaba en el hospital y el partido se estaba por jugar. No veía nada, pero iba a jugar, nos estaban obligando […] El médico de la Conmebol nunca me vino a ver”, agregó Pérez con mucha molestia.

El sábado, la Conmebol emitió un comunicado en el que afirmaba que no pudo revisar al jugador de Boca Juniors, y que por lo tanto se podría disputar el encuentro.

Sin embargo, después cambió de decisión y se postergó para el domingo, día en el que tampoco se realizó el duelo por falta de garantías para el club xeneize. Hasta el momento no hay fecha para la Gran Final de la Libertadores.

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