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Viajan poco más de 900 kilómetros durante un día usualmente familiar, en el que se suele comer junto a los seres queridos y pocas veces se piensa en el trabajo, pero hay algo que provoca un peculiar fulgor en los ojos americanistas... Y no es el hecho de poder dar la vuelta olímpica, la noche del domingo, en Santa Úrsula.
Esta noche, las Águilas visitan al Monterrey en el primer capítulo de la final en el Apertura 2019, serie postergada 18 días a causa de la participación de los Rayados en el Mundial de Clubes, pero todo eso resulta simple anécdota para Miguel Herrera y sus dirigidos, quienes tienen la posibilidad de poner al club azulcrema en una posición inédita en la historia.
Si los amarillos vencen a los norteños, llegarán a 14 títulos de Liga en la era profesional del futbol mexicano y —por primera vez en la historia— tendrán dos de ventaja sobre su más cercano perseguidor: el Guadalajara.
Hace poco más de un año, cuando volvió a superar al Cruz Azul en el Estadio Azteca, el América recuperó el sitio de honor —en solitario— entre los monarcas del balompié nacional. Llegó a 13 coronaciones y rompió el empate que tenía con las Chivas.
En diciembre de 2014, se colocó como máximo ganador por primera vez en la historia. Llegó a 12 cetros y nunca había tenido más que el Rebaño Sagrado, club que lo igualó en el Clausura 2017 tras también imponerse a los felinos regiomontanos.
En 2018 recuperó la cima y ahora tiene ante sí la opción de tomar una ventaja que bien podría ser inalcanzable para su más enconado adversario.
