La fiscal argentina María Soledad Garibaldi comenzó a tomar las declaraciones de 53 jugadores juveniles en medio del escándalo por abusos sexuales que estalló en el club Independiente y que sacude al futbol del país sudamericano.
Los futbolistas de las ligas menores de uno de los equipos más tradicionales de Argentina empezaron a testificar ante la fiscal. Los jóvenes aspirantes a futbolistas tienen entre 13 y 19 años y vivían en la pensión de Independiente.
Gracias al testimonio de una de las víctimas, se descubrió que los menores que vivían en esa pensión eran captados por una red que los obligaba a prostituirse con hombres mayores de edad a cambio de botines y ropa deportiva.
La fiscal advirtió que por ahora hay cinco víctimas confirmadas, pero que la lista podría aumentar según las declaraciones que ofrezcan los jóvenes interrogados.
También reveló que ya fueron identificados seis adultos que formaban parte de esta red y que ahora están prófugos y con petición de captura después de que sus domicilios fueron allanados.
Por ahora, los únicos detenidos son el árbitro Martín Bustos, quien fue capturado el pasado sábado con el cargo de abuso agravado y su abogado Carlos Beldi, quien rompió el celular de su cliente para evitar que fuera sometido a peritaje.
Los jóvenes abusados vivían en la pensión oficial que Independiente tiene para las ligas inferiores, pero de ahí eran sacados cada tanto por un jugador de 19 años cuyo nombre aún no ha sido revelado.
Ese futbolista llevaba a los menores a un departamento privado ubicado en el barrio de Palermo de esta capital para que sostuvieran relaciones sexuales con hombres mayores.
La fiscal explicó que ese joven fue un testigo clave y no está imputado porque más bien fue también víctima, ya que explicó cómo era el mecanismo para captar a los menores.
"Nos aportó mucha información, porque a él antes de los 18 lo captaron de esa manera, él es una víctima más y hay que reconocer la fortaleza que tuvo para decir todo esto", dijo la fiscal.