Y Francia se coronó como campeón en Rusia. La torre Eiffel brilló la noche en que en Moscú los galos vencieron a Croacia en la Copa del Mundo del 2018.

Después de este Mundial, esta competición no será igual… Eso parece.

Rusia pudo haber sido la sede del último mundial con 32 equipos. Se quiere implementar la incorporación de 32 a 48 países para las siguientes ediciones; sin embargo, Rusia le dio la razón a las conclusiones los aficionados del futbol, indicando que el mundial de 32 equipos produce “una mejor calidad” de juego.

MÉXICO, OTRA VEZ SIN EL QUINTO PARTIDO

La Selección Mexicana comenzó ilusionando a sus aficionados después de derrotar por la mínima diferencia a la poderosa Alemania, un segundo triunfo ante Corea del Sur hizo crecer las expectativas; sin embargo, en el tercer duelo cayó goleado frente a Suecia, relegando al Tricolor a los Octavos de Final como segundo de grupo para posteriormente ser eliminado por Brasil en el cuarto partido.

EL INCOMODO ANFITRIÓN

Rusia, equipo de la casa al que no se le daban muchas esperanzas, sentó el tono del torneo al debutar goleando 5-0 a Arabia Saudita. Avanzó a la segunda ronda, se dio el lujo de eliminar a España y no llegó a las semifinales al perder una definición por penales.

Como organizadores, los rusos excedieron las expectativas. Nadie dudó que Vladimir Putin podía movilizar los recursos necesarios para garantizar que las cosas saliesen bien. Pero la policía adoptó una actitud relajada y los incidentes entre aficionados comunes en el futbol ruso brillaron por su ausencia.

En el plano logístico, el torneo fue un rotundo éxito, pero habrá que esperar para ver si esto refleja cambios en Rusia o si fue solo un espejismo.

LA CAÍDA DE SELECCIONES DE RENOMBRE

La que se calificó como la decepción más grande la justa mundialista, la que llegaba a defender el título, Alemania, fue el tercer equipo seguido eliminado en la fase de grupos después de salir campeón.

Su temprana partida fue producto de la autosuficiencia, de no haber logrado el equilibrio justo entre juventud y experiencia, y de una disputa en torno al origen turco de Mesut Özil e Ilkay Gundogan.

Otras selecciones que quedaron a deber de la mano de sus figuras fueron Portugal y Argentina.

 Cristiano Ronaldo brilló en un solo partido, anotando tres goles ante España, y su equipo Portugal fue eliminado en octavos de final por Uruguay.

Lionel Messi por otro lado no tuvo el menor apoyo en una selección argentina mediocre que sobrevivió a duras penas a la fase inicial para ser eliminada por Francia en octavos, 4-3.

Brasil de Neymar no llegó en su mejor forma debido a una lesión y no pudo impedir la derrota de Brasil en cuartos de final ante Bélgica.

El egipcio Mohamed Salah tampoco se mostró demasiado al jugar sin estar del todo repuesto de una lesión en un hombro sufrida pocas semanas antes del mundial en la final de la Liga de Campeones entre su club Liverpool y Real Madrid. Egipto no pasó de la primera ronda, pero Salah marcó dos tantos en dos partidos.

LA CONSOLIDACIÓN DEL VAR

A pesar de la confusión en los primeros partidos, cuando no se castigaba algo o no se cobraba un penal, muchos se preguntaban si el árbitro había consultado al VAR. Como en el penal cobrado en la final por una mano del croata Ivan Perisic en el área.

El futbol tal vez tenga que acostumbrarse a estas demoras, pero si se diesen a conocer las comunicaciones entre los árbitros y el personal del VAR, como se hace en el rugby, tal vez la gente confíe más en el sistema. Sobre todo cuando se trata de errores claros.

IMPORTANCIA DEL BALÓN PARADO

La eliminación de España en los octavos de final puede haber marcado el fin de una época. La del tiki-taka. La posesión del balón no sirve de nada si no se traduce en goles, como comprobó España ante Rusia.

Los tiros libres y los tiros de esquina fueron la herramienta más efectiva para llegar al gol. De los 169 goles marcados en Rusia, 73 fueron producto de jugadas con pelota detenida. El VAR ayudó un poco, al reducir los agarrones en el área.

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