Carnaval de Mazatlán: guía para gozar la fiesta y de los atractivos del puerto
El Carnaval de Mazatlán, uno de las más atractivos en México, tiene un mood familiar. Disfruta de los desfiles, conciertos y de los lugares que puedes visitar más allá de la playa.
Siempre es buena idea visitar Mazatlán, pero ir en época de carnaval es algo que definitivamente tienes que hacer por lo menos una vez en tu vida. Con 122 años de tradición, la celebración ya se ha hecho de fama mundial al combinar la fiesta y la alegría con la historia y la cultura, sin sumar el destino propio: playa, excelente gastronomía y naturaleza.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
En esta ocasión el Carnaval de Mazatlán será del jueves 20 al martes 25 de febrero.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
“Lo más atractivo para los visitantes es que se trata de una fiesta local; es fácil darse cuenta de que el Carnaval de Mazatlán no es algo hecho exclusivamente para turistas”, asegura Julio Birrueta, director de la Oficina de Promoción de ese puerto sinaloense.
“Es el tercer carnaval más importante del mundo, después de Río de Janeiro y Nueva Orleans, según la Vox populi del mundo carnavalero” afirma Birrueta. “Ninguno de los otros dos son familiares, pero el de Mazatlán, sí”.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
Las tradiciones imperdibles
Al igual que muchos otros carnavales, el de Mazatlán tiene “La quema del mal humor”—que se puede ver de manera gratuita el 22 de febrero a las 21:30 horas en la zona de Olas Altas—, pero con una historia muy curiosa, cuyo origen se remonta al siglo XIX: “el carnaval se formalizó en 1898 pero, desde 1830, se escenificaban las “juergas de carnaval”, que consistían en peleas entre los cargadores del mercado y los del muelle para ver quién se ganaba ‘el derecho a quedarse con las reinas’”, cuenta Birrueta. “Después se hicieron reglas y se aventaban cascarones de huevo con pintura y, años más tarde, con confeti”.
Esas peleas solían terminal mal, así que se pensó en un modo en la que se pudiera celebrar acabando primero con todos los pesares, angustias, iras y enojos de las personas, por lo que se cambiaron las peleas por la quema de un muñeco gigante o “monigote” que representara a algún personaje que englobara todos esos sentimientos negativos. Ese acto es “la quema del mal humor”.
Foto: Archivo EL UNIVERSAL
En los últimos 25 o 30 años, el personaje elegido casi siempre ha sido un político; su identidad es revelada hasta que sale el día de la quema, dice Birrueta. “Ha salido Donald Trump y a veces hasta el mismo presidente municipal, ¡y se tiene que aguantar!”.
Un evento exclusivo del puerto y que ha sido aclamado por los viajeros es el “Combate naval”, un show de pirotecnia de casi una hora que también se lleva a cabo el 22 de febrero en el mismo lugar, pero a las 23:00 horas. Representa un hecho histórico ocurrido en 1864, durante la Intervención Francesa.
A finales de marzo de ese año, el poderoso ejército francés, a bordo del barco de guerra “La Cordeliere”, intentó tomar el puerto de Mazatlán, pero el bando mexicano repelió la agresión y evitó que desembarcaran en nuestro territorio.
El “Combate naval” es una serie de fuegos pirotécnicos lanzados desde tierra, con barcos anclados frente al Malecón para representar aquel acontecimiento.
Durante las noches del carnaval hay fiesta popular en Olas Altas, donde se instalan varios escenarios para diferentes grupos y artistas populares. Además, se puede comer y beber hasta cerca de las cuatro de la mañana.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
Pasear en Pulmonía
Aprovecha y conoce Mazatlán. La ciudad fundada por extranjeros que llegaron a inicios del siglo XIX y que la convirtieron en un importante puerto comercial, tiene un gran encanto por su arquitectura y ambiente, además de sus hermosas playas, como Cerritos, Los Pinos, Sábalo, Las Gaviotas, Playa Norte y Olas Altas. En casi todas suele haber músicos de tambora y cervezas heladas que puedes disfrutar mientras nadas en el Pacífico y admiras la majestuosidad de El Faro que se localiza en la cima del cerro del Crestón.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
La mejor manera de conocer el puerto de Mazatlán es a bordo de una “pulmonía”, el tradicional vehículo —similar a un carrito de golf— que va por toda la ciudad brindando servicio de taxi.
Al poco tiempo de comenzar a circular, a mediados de los sesenta, se volvió muy popular y hasta fue la competencia de los taxis comunes. Para opacar el éxito del nuevo medio de transporte, el sindicato de taxistas esparció el rumor de que quienes viajaran en estos vehículos podrían contraer pulmonía, debido a que el aire se colaba por todos lados al no tener ventanas. La población se burló de este cuento bautizando al novedoso auto con el nombre de “pulmonía”. Incluso tiene un monumento en el Malecón.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
Hay touroperadores que ofrecen paseos en pulmonías por unos mil 400 pesos para tres personas, pero también puedes negociar directamente con los “pulmoneros” (los conductores) para obtener un recorrido más económico y tradicional, con música de banda a todo volumen y hasta con paradas para comprar cerveza. Normalmente son recorridos de un par de horas; y si vas en un grupo grande, puedes alquilar una “auriga”: pickups que pueden llevar hasta ocho o nueve personas.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
Comer en la calle
Mazatlán también se debe conocer por su cocina, así que vive la aventura culinaria de comer en la calle a través de dos recorridos guiados por puestos, changarros y restaurantes a los que acostumbran ir los mazatlecos. Te llevan a Playa Norte, donde llega el pescado fresco todos los días en sus lanchitas. Te enseñan distintos tipos de pescado, cómo los limpian y los filetean.
Foto: CMcKinney
También visitas las “changueras”, un tianguis especializado en camarones. Lleva ese nombre porque el “chango” es una de las herramientas que se usan en los barcos camaroneros en sus redes.
Obviamente, en cada lugar vas probando una tostada, un ceviche o una tostada de pulpo, y puedes extender la experiencia con un maridaje de cerveza artesanal en el restaurante Tres Islas.
Todo el recorrido cuesta, aproximadamente, mil 200 pesos por persona.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
PARA PUEBLEAR
Los alrededores de Mazatlán también son bellos e interesantes. Ya sea en un tour (mil 200 pesos por persona) o en coche rentado, puedes aprovechar la mañana para recorrerlos.
El paseo inicia en Puerta de Canoas. Aquí te muestran cómo se hacen los jamoncillos —un dulce típico de leche y nuez—, a preparar una salsa, hacer tortillas de maíz en un comal tradicional y te dan a probar varios quesos.
El paseo incluye la tequilera de Los Osuna —en realidad, por la denominación de origen no es un tequila, sino un destilado de agave— para degustar sus variedades, mientras aprendes sobre su proceso de fabricación.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
Muy cerca está la tirolesa del parque Huana Coa Canopy Adventure para pasar un rato deslizándote entre las copas de los árboles. Si te da miedo, los traguitos del destilado de agave seguramente te darán algo de valor (pero recuerda, no te permitirán subir si estás en estado de ebriedad).
Otro lugar que te recomendamos visitar es La Noria, un pueblo pequeño en donde la gente vive del curtido de la piel. Elaboran portafolios, bolsas y hasta fundas para tu tablet.
La siguiente parada es en El Quelite, un pueblo al que entras por un camino rodeado de bugambilias. Prueba la comida típica del restaurante Mesón de los Laureanos.
Foto: CMcKinney
¡Aprovecha los 45 minutos de regreso a Mazatlán para dormir!, porque solamente tendrás tiempo de llegar a refrescarte y salir de nuevo a continuar la fiesta de uno de los carnavales más animados de México. Verás que es una experiencia que hay que vivir.
GUÍA DEL VIAJERO
Los grandes eventos
Aunque el ambiente de carnaval se vive en Mazatlán desde finales de año con todo tipo de preparativos (convocatorias, galas, elección de reinas...), en 2020 la gran fiesta se lleva a cabo del jueves 20 al martes 25 de febrero. Empieza al anochecer y se extiende hasta la madrugada. ¡Así que ve guardando energías!
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
Coronación del rey del carnaval: 20 de febrero, a las 20:30 horas, en el Parque Ciudades Hermanas. Es gratuito. Se presenta el cantante Remmy Valenzuela.
Coronación de la reina de los juegos florales (dedicada al arte y la cultura): 21 de febrero, 20:30 horas, en el Estadio Teodoro Mariscal. Boletos: entre 900 y dos mil 100 pesos. Se presenta Pepe Aguilar en un concierto sinfónico acompañado de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes y la Camerata Mazatlán; dirige el maestro Enrique Patrón de Rueda.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
Coronación de la reina del carnaval: es el 22 de febrero, a las 18:00 horas, en el Estadio Teodoro Mariscal. Los boletos cuestan entre 900 y dos mil 100 pesos por persona. Cantan Carlos Rivera y Yuri.
Primer desfile de carnaval: 23 de febrero, a las 16:30 horas, del Monumento al Pescador a Velentinos. A las 23:00 horas hay un concierto gratuito de María José en Olas Altas.
Coronación de la reina Infantil: es el 24 de febrero a las 18:30 horas, en el Estadio Teodoro Mariscal. El precio de los boletos está entre mil 100 y dos mil 100 pesos. Canta J Balvin. Esa misma noche, pero en el Parque Ciudades Hermanas, Los Recoditos dan un concierto gratuito a las 20:00 horas.
Segundo desfile (según la tradición, es la última oportunidad para celebrar en grande antes de que empiece la cuaresma): 25 de febrero, a las 16:00 horas; del Monumento al Pescador a Velentinos. Por la noche, a las 23:00 horas, la cantante Danna Paola da un concierto gratuito en Olas Altas.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
Cómo llegar
Aeroméxico, VivaAerobus e Interjet vuelan desde Ciudad de México a Mazatlán. Duración: una hora y 45 minutos.
Dónde dormir
Hay ofertas de todos los tamaños. Si no quieres estar en el epicentro de los festejos, elige opciones en la Zona Dorada (hacia el norte) y con acceso a la playa. Si lo que quieres es tener la fiesta a las puertas de tu hotel, quédate en la zona del Malecón o en el Viejo Mazatlán (una belleza por su arquitectura colonial).
Pueblo Bonito Emerald Bay: con una arquitectura que evoca el estilo clásico de Mazatlán y detalles modernos, frente a una de las playas más bellas del Pacífico mazatleco. Es un hotel de lujo todo incluido, ideal para llegar antes o quedarse unos días después del carnaval. Aprovecha sus cinco restaurantes, playa privada, dos albercas, exclusivos jardines y spa.
Foto: Cortesía
Olas Altas Inn: en el corazón de los festejos, ofrece paquetes que incluyen, además de la habitación, mesa de “primera fila” en su restaurante para presenciar desfiles y el “Combate naval”, con comida y bebida incluidas.
Opciones de tres y cuatro estrellas: Azteca Inn, Quality Inn, Sleep Inn y Park Inn.
Hoteles “todo incluido”: Cid Castilla, Playa Mazatlán y Las Flores.
Cinco estrellas: Royal Villas Resort, The Inn at Mazatlán y Park Royal.
Dónde comer
El Muchacho Alegre: en Playa Norte, con vista al mar. Es la experiencia mazatleca de mariscos, cerveza y música de banda.
Barracrudas de Olas Altas: en el corazón de los festejos, frente al Malecón. Buena opción para comer, si llegas temprano para conseguir el mejor lugar. Sirve desayunos y comidas de barra fría de mariscos y ceviches.
Agatha Kitchen Bar: una opción más elegante y gourmet. Recomendamos los ostiones asados con tuétano, crabcakes y langostinos Rockefeller. También tiene una excelente carta de cocteles.
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Para los eventos
En los desfiles se calcula que podrían reunirse hasta casi un millón de personas a lo largo de ocho kilómetros, así que llega temprano para apartar tu lugar o revisa si todavía hay lugares en algún hotel situado sobre la ruta. Hay gente que se forma muchas horas antes.
Foto: Cortesía Oficina de Promoción Turística de Mazatlán
Los eventos en el estadio suelen tener lugares gratuitos, pero los boletos se reparten con varias semanas de anticipación.