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De día, este destino es hermoso, interesante e imperdible. Pero, por la noche, se convierte en un lugar bastante terrorífico, lleno de leyendas fantasmales y rincones siniestros.
Durante el siglo XVIII y XIX, Real de Catorce fue un importante pueblo minero, pero quedó abandonado después de la Revolución. Por eso, aunque ahora está habitado nuevamente conserva una atmósfera de misterio, entre sus calles empedradas y construcciones antiguas con paredes carcomidas.
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Foto: Visita San Luis Potosí
Hay un fantasma que, según los locales, nunca se fue. Se trata de “El Jergas”, un minero que murió hace muchos años mientras laboraba. Se dice que “El Jergas” acostumbraba aparecerse ante otros mineros cuando se encontraban solos. Como su atuendo de trabajo no causaba sospechas, les daba instrucciones equivocadas a sus colegas para perderlos; sin embargo, con frecuencia los conducía a puntos donde había una rica cantidad de minerales para extraer.
Tal vez justo ahora no sientas mucho miedo, pero te retamos a pensar en esta leyenda mientras caminas por el Túnel de Ogarrio, el pasaje de casi dos kilómetros que atraviesa las montañas y sirve como entrada al Pueblo Mágico.
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Si quieres más emoción, puedes unirte a un recorrido nocturno del hotel Mesón de la Abundancia o hacer una expedición en willy por el desierto, la cual concluye con la visita al socavón de una mina.