Según datos del Banco de México, el país ocupa el octavo lugar a nivel mundial en el delito de robo de identidad; en un 67 por ciento de los casos se da por la pérdida de documentos, 63 por ciento por el robo de carteras y portafolios y 53 por ciento por información tomada directamente de una tarjeta bancaria.
El delito de robo de identidad se usa de manera ilegal para abrir cuentas de crédito, contratar líneas telefónicas, seguros de vida, realizar compras e incluso en algunos casos, para el cobro de seguros de salud, vida y pensiones.
David Athie Herrera, subdelegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) en San Luis Potosí, detalló que ante el crecimiento de años atrás de este delito, los bancos han decidido blindarse aumentando sus mecanismos de seguridad, alertando a sus usuarios de cualquier operación irregular denunciarla a la propia sucursal financiera de forma directa sin atender las indicaciones que los suplantadores usan como mensajes, correos electrónicos, entre otros.
Refirió que en 2016 se registraron 155 casos; en 2017 fueron 170 denuncias; en 2018 se registró un total de 160; y en lo que va de este año son ya 66 casos de robo de identidad.
El subdelegado confío en que las medidas han resultado efectivas, pues se ha logrado generar conciencia entre los usuarios y ahora los usuarios acuden directamente a las sucursales para pedir asesoría.
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