Este próximo 8 de marzo se conmemora una larga historia de luchas y sacrificios de mujeres para lograr conquistar y reivindicar sus derechos en todos los ámbitos, sin embargo aún hay temas pendientes para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres.
Monserrat Vázquez coordinadora de la Agencia de Vinculación Laboral de la organización civil ‘Juntos’ la cual atiende al 2% de la población con discapacidad en San Luis Potosí, narró para EL UNIVERSAL que dentro de esa lucha por los derechos femeninos también se encuentran la mujeres trabajadoras con alguna discapacidad.
“Queremos que nos dejen de ver como un tema de asistencialismo o de filantropía, tenemos derecho a la educación inclusiva, al trabajo, a tener acceso a una vivienda, a una salud digna, a decidir sobre nuestra vida reproductiva, a una vida libre de violencia”, sostuvo Vazquez.
De acuerdo con Vázquez la mayoría de las personas con discapacidad tienen recursos económicos limitados o muy bajos, esta condición social contribuye a que este sector poblacional sufra violencia en diferentes niveles y en todos los aspectos, siendo las niñas, adolescentes y mujeres el grupo más vulnerable.
Por ello, la reactivación económica de personas con discapacidad es fundamental para una verdadera inclusión que se da con acceso al trabajo, este dignifica y es un derecho humano que permite a más mujeres a salir de la pobreza, mejorar su calidad de vida y ser autónoma e independiente.
“Las mujeres con discapacidad viven otro tipo de violencia, las oportunidades laborales son menores, Se nos encasilla en espacios como cuidadoras en la familia pero sin recibir un sueldo” detalló.
El grueso de los usuarios mujeres y hombres que acude a ‘Juntos’, tiene estudios en secundaria o preparatoria, esto reduce las opciones laborales como operario de producción o atendiendo actividades de servicio, además las personas con discapacidad visual y motriz tienen menos accesibilidad a un empleo por las implicaciones de acceso universal en las organizaciones y espacios laborales.
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En este sentido, Monserrat Vázquez señala que la educación es otro tema donde “hay barreras muy fuertes”, algunas discapacidades requieren mayor estimulación o modificaciones para la impartición de contenidos académicos, son pocas las personas con discapacidad que logran concluir sus estudios. Los y las profesionistas que logran titularse comienza otra lucha para poder ejercer profesionalmente.
Explicó que algunas empresas con las que tienen vinculación ‘Juntos’, piden un profesionista con características específicas como ser bilingüe, lamentablemente las personas con alguna discapacidad truncan sus estudios por que no hay universalidad en el acceso a los materiales didácticos, dominar otro idioma también se vuelve complejo si hay discapacidad auditiva o visual.
“Tenemos un ingeniero en mecatrónica que tiene discapacidad auditiva, tiene todas las posibilidades de conseguir un empleo, pero la empresa no cuenta con un interprete de señas y es muy frustrante porque tiene el perfil y la capacidad, pero esta ese obstáculo” explicó
La accesibilidad e infraestructura y la movilidad son también algunos de los principales retos a los que se enfrentan las personas con discapacidad en edad de trabajar.
Por otro lado, en los registros basados en los diagnósticos iniciales cuanto se atiende por primera vez a sus usuarias, revelan que las mujeres con discapacidad fueron víctimas de abuso sexual, “hay historias de vida llenas de violencia”.
“Las mujeres con discapacidad intelectual se abusa emocionalmente, las mujeres con discapacidad auditiva son muy acosadas laboralmente al igual que aquellas que presentan discapacidad visual que les es difícil identificar al agresor”detalló.
Tras este diagnóstico, se encontró que son pocas las mujeres que logran obtener un empleo formal, por lo que fue necesario que se reconociera a este sector como sujeto de derechos para posibilitar la toma de decisiones y cambiar lo que requiere ser diferente.
En este sentido, Vázquez señaló que mujeres con discapacidad del estado realizaron una propuesta a una Reforma de Ley que entró en vigor en el año 2016 y fue ratificada en 2018. Se logró incluir a niñas, adolescentes y mujeres con discapacidad como personas vulnerables y deben hacerse legislaciones específicas para estas.
“Queremos ser visibilizadas en la ley, se logró, además se obtuvo un proyecto en el INE para la formación, participación política y democrática de personas con discapacidad. Se imparte un taller de participación política a los partidos, pero la esperanza es que una mujer con discapacidad ocupe un espacio de toma de decisiones. Actualmente está Giovanna Argüelles Moreno presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, ella nos ha abierto un camino”.
De acuerdo con Monserrat Vázquez “la discapacidad es un resultado entre las barreras de actitud e infraestructura, las modificaciones requieren inversión pero en realidad es más una cuestión de creatividad y querer hacerlo”.
La ignorancia o el desinterés origina que no exista ningún cambio en los contratos, también hay poco interés por aprender lengua de señas mexicanas, por ello es necesario que la ciudad, instituciones, escuelas, los espacios públicos, así como los centros laborales tengan y cuenten con accesibilidad universal.