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Petróleos Mexicanos (Pemex) corre el riesgo de ser acusado de fraude contable en Estados Unidos. La petrolera ha dejado de pagar contratos realizados, reconocidos e ingresados al sistema de bóveda electrónica que fondea la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a más de 950 empresas, entre pequeñas, medianas y grandes corporaciones, y no reporta esa deuda en sus estados financieros.
El monto que debe puede superar 100 mil millones de pesos o alrededor de 5 mil 200 millones de dólares a la paridad actual.
El problema para Pemex, de acuerdo con empresas involucradas en el problema que pidieron el anonimato por temor a ser separadas del padrón de proveedores y contratistas, es que la petrolera cotiza instrumentos de deuda en el mercado de valores de Estados Unidos, en donde la Ley Sarbanes-Oxley de 2002, Sección 302 Responsabilidad Corporativa de los Informes Financieros obliga a las compañías a notificar a inversionistas o tenedores de bonos cuando hay obligaciones de pago adquiridas.
“Si sabes que tienes una deuda adquirida, que la tienes que pagar y no lo notificas, incurres en fraude. Engañas a los accionistas diciéndoles ‘soy más eficiente’, cuando lo único que haces es ocultar deuda”, denunciaron.
La ley establece penalidades por demandas civiles superiores a 25 millones de dólares por emitir información falsa o engañosa.
El problema no es sólo la penalidad, sino la credibilidad de la petrolera ante inversionistas, tenedores de bonos y firmas calificadoras, expresaron los consultados.
EL UNIVERSAL solicitó a Pemex una posición sobre el asunto, pero no estuvo disponible de inmediato para comentar.
En la lista de las empresas que padecen la falta de pago desde marzo de este año, y a la que esta casa editorial tuvo acceso, figuran por los montos de contratos realizados y no pagados únicamente en materia de exploración y producción (unidad de negocio que más contratos y mayores montos distribuye al año) empresas como Cotemar, con 2 mil 157.2 millones de pesos; Dowell Schlumberger de México, mil 830.5 millones; Typhoon Offshore, mil 811.5 millones; J Ray McDermott de México, mil 551.1 millones; Baker Hughes, mil 103.7 millones; Cosl, mil 101.6 millones; Solar Turbines International, 831.8 millones; Weatherford, 743.2 millones; Subtec, 737.8 millones; Industrial Perforadora de Campeche, 712.3 millones, y Constructora Subacuática, con 569.4 millones.
Los montos señalados corresponden a marzo, por lo que el adeudo puede haber aumentado con el paso del tiempo.
“Hay empresas que empezaron con una deuda de 90 millones de pesos y estiman que a finales de noviembre se eleve a 400 millones, por lo que un hueco de efectivo equivalente a 20 millones de dólares es inaguantable. Llega el momento de tomar la decisión de cerrar el negocio o hacerte chiquito, porque los canales tradicionales de financiamiento como la banca están cerrados”, dijeron las firmas.
El 28 de octubre la diputada Soraya Pérez Munguía (PRI) cuestionó al director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, durante su comparecencia en la Cámara de Diputados, sobre el subejercicio de 40 mil millones de pesos, pero no hubo respuesta por falta de tiempo.
Las empresas afectadas explicaron que al inicio del año, por el incremento de presupuesto, Pemex empezó a sacar contratos de servicios para áreas que llevaban años sin inversión, lo que alentó a proveedores y contratistas.
Para marzo y abril pasados se dejaron de emitir los Copades (Codificación de Pagos y Descuentos) que reciben los proveedores de Pemex cuando usan el portal para ingresar sus facturas y recibir un estimado del tiempo de pago.
Sin ninguna explicación, en agosto cerraron la llave y las facturas autorizadas que están en la bóveda siguen sin pagarse.
“Son contratos vivos, vigentes y con alcance, pero no se están pagando y eso es muy delicado, porque le pega a toda la cadena productiva. No había pasado ni siquiera en periodo de crisis como en 2014”, subrayaron.
En sus estados financieros al tercer trimestre de 2019, Pemex reconoce un pasivo con proveedores por 124 mil 734 millones.