La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) inició 23 procedimientos contra diversas marcas de aceite comestible tipo gourmet porque engañan a los consumidores al ofrecerse como de ajonjolí, aguacate, cacahuate, de olivo y de semilla de uva, pero en realidad están adulterados con cártamo, de acuerdo con un estudio elaborado por la dependencia.
El procurador Ricardo Sheffield explicó que iniciaron varios procesos contra diversas marcas que mienten sobre el ingrediente real con que se hizo el aceite comestible, es decir, que se pedirá que retiren el producto del mercado y se determinará si procede una multa.
Para ello se abrieron expedientes de sanción tanto por infracciones a la ley y por la falta o incumplimiento a la Norma Oficial Mexicana.
En entrevista con EL UNIVERSAL, dijo que todo fue parte de un estudio que hicieron en los laboratorios de la Profeco y que se publica en la Revista del Consumidor.
De acuerdo con el estudio, los productos que no son auténticos con aceite de cártamo son San Lucas, de uva; de aguacate, las marcas Cate de mi Corazón, Avocare y San Lucas; los de ajonjolí Kaporo, Foreway Sesame Expert y Kumchum.
“No son puros, porque contienen otro tipos de aceites, por lo que se les pedirá corrijan el etiquetado y no engañen al público consumidor”, explica el análisis.
Otros señalamientos tienen que ver con el etiquetado, pues incumplen con la Norma Oficial Mexicana 051-SCFI/SSA-2010, como fue el caso de dos marcas que no cumplieron con el contenido señalado, tal como se encontró en Satoru, aceite de ajonjolí y la Cocina Verde, aceite de ajonjolí orgánico, así como Mazola y Olivos Mendoza.
En tanto, los productos que no cumplen con la declaración de aceite de olivo que indica la etiqueta fueron Demor, en presentación de un litro y de 195 mililitros, así como Olivos Mendoza, en su presentación de un litro.
En el caso de la marca Navarra, “no cumple con la declaración de contener aceite de oliva en los ingredientes, sólo se detectó aceite de soya”.
El aceite Dártana, en presentación de un litro, a pesar de indicar en la etiqueta que es vegetal comestible canola y oliva, “no contiene” grasa de oliva.