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El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), Eduardo Kasis Chevaile, sostuvo que aunque la predisposición de esta temporada de Semana Santa y Cuaresma es el consumo de mariscos para remplazar los cárnicos, la población debe “consumir lo que les alcance".
El empresario potosino explicó que si bien este periodo resalta las costumbres y tradiciones religiosas que no toda la población celebra, sí es una temporada que modifica en la mayoría de los hogares el comportamiento y consumo de alimentos que son propios de la Cuaresma.
Sin embargo, consideró que debe prevalecer la economía familiar a la que cada potosino tiene acceso, incluso reconoció que hay alimentos que desde sus aumentos del año pasado no han cedido en su precio, tales como la tortilla, huevo, chile y lácteos.
En este sentido, refirió que recurrir al consumo de alimentos asequibles es una decisión razonable y oportuna para la temporada.
Mercados municipales, una opción en la Cuaresma
Desde el pasado mes de febrero es posible ver en los distintos mercados municipales de la capital potosina que la venta de verduras, legumbres, nopales, mariscos y semillas para la preparación de postres dulces como la capirotada han cobraron relevancia.
Una bolsa de pan duro para preparar capirotada se puede conseguir en 40 pesos con aproximadamente 25 piezas
También, se pueden encontrar bolsas de 100 a 50 gramos de pasas, cacahuate, coco, nuez y almendras que van de los 10 a los 15 pesos.
Leguminosas como garbanzo, lentejas y habas se venden entre los 15 a 25 pesos cada bolsa con 200 a 500 gramos.
Nopales, elote desgranado, papas de monte criolla y calabazas se ofrecen desde 15 a 30 pesos la bolsa con 250 kilogramos.
Por otro lado los mariscos, alimento que se vuelve protagonista en los platillos familiares, sus precios se desglosan según su tipo y variedad en calidad, pero la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) publicó un tope de precios para estos.
El pescado cintillo, lisa y curvina destacan como los más económicos, pues no deben pasar de los 50 pesos. Por otro lado la Profeco refiere que el chacal seco no debe superar los 150 pesos, la barrita de surimi o cangrejo no debe estar por arriba de 120 pesos, pescados como el brasa blanco deberán oscilar entre de los 100 a 120 pesos, el filete tilapia debe venderse entre los 126 a los 168 pesos, mientras que el camarón coctelero o pacotilla cocido debe encontrarse en el rango de los 200 a 389 pesos el kilogramo.