Ante la creciente violencia de género y los feminicidios registrados en San Luis Potosí en lo que va del año, la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), Olivia Calderón, expresó su preocupación sobre la vulnerabilidad de las mujeres, tanto en el ámbito laboral como en su vida cotidiana, por lo que en esta industria se han implantado diversas medidas para garantizar la seguridad y bienestar de las trabajadoras.
En entrevista con EL UNIVERSAL San Luis Potosí, Olivia Calderón destacó que el problema de la violencia contra la mujer ha evolucionado con el tiempo y que actualmente las mujeres enfrentan riesgos no solo en las calles, sino también en sus propios hogares.
Desde su posición al frente de Canainpa, la presidenta explicó que en la industria panificadora se han implementado medidas para proteger a las trabajadoras, evitando que se expongan a horarios riesgosos o condiciones inseguras.
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"En nuestro sector tratamos de que las mujeres no salgan tarde de sus turnos, la mayoría no trabaja en horarios nocturnos, y cuando se requiere entrar temprano, evitamos que sea de madrugada y en los casos donde esto es necesario, recomendamos que las empresas proporcionen transporte seguro para sus empleadas", comentó.
La empresaria subrayó que estas estrategias buscan reducir los riesgos a los que se enfrentan las trabajadoras, aunque reconoció que la seguridad de las mujeres debe ser una prioridad en todos los ámbitos y no solo en ciertas industrias.
La líder empresarial insistió en que las autoridades deben reforzar las estrategias de seguridad para garantizar que las mujeres puedan desempeñar sus actividades diarias sin temor. También hizo un llamado a la sociedad en general para fomentar un entorno más seguro y solidario.
"Es un asunto muy serio. No podemos seguir normalizando la violencia de género ni vivir con miedo. Se necesita un compromiso real de todos: gobierno, empresas y ciudadanía. La seguridad de las mujeres no debería depender de evitar ciertos horarios o de tener medidas extras en el trabajo, sino de que haya condiciones seguras para todas en cualquier momento del día", afirmó.
Finalmente, la presidenta de Canainpa reiteró que, aunque el sector panificador implementa acciones para resguardar a sus trabajadoras, el problema de la violencia contra la mujer es estructural y requiere soluciones profundas y urgentes.
"La violencia no distingue sector ni clase social, es un problema que nos atañe a todos y que debe combatirse con estrategias efectivas y permanentes", concluyó.