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La posible aplicación de aranceles a los autos importados en Estados Unidos no cubre sólo a los vehículos nuevos sino también a los autos clásicos, vintage y motocicletas, por lo que cientos de grupos de coleccionistas de vehículos antiguos, talleres de reparación y hasta museos se han opuesto al gravamen enviando cartas al Departamento de Comercio de ese país.
Los importadores y restauradores de vehículos clásicos como Ferrari, Lamborghini, Porsche, Bugatti, Mercedes Benz y BMW, entre otros, están solicitando que no se aplique el arancel de 25% a la importación de los vehículos de más de 25 años de antigüedad.
De la misma manera, la importación de autopartes, difíciles de conseguir y en su mayoría importadas, para este tipo de vehículos se encarecería al aplicarse el arancel.
El Museo Automotriz Petersen informó que la importación de los vehículos clásicos tiene como objetivo preservarlos para que los puedan disfrutar las futuras generaciones.
“El comercio de automóviles históricos y su conservación no contribuyen a la innovación y las nuevas tecnologías, pero nos dejan lecciones sobre el pasado y proveen inspiración para el futuro”.
“El arancel propuesto tendría un efecto adverso en los historiadores americanos, coleccionistas, curadores, preservadores y comercializadores, mismos que son esenciales para preservar nuestra historia industrial”, indicó el museo.
La Asociación Nacional de Club de Automóviles de Canadá, el Club Americano Bugatti, el Cambridge Car Club, los fabricantes de autopartes y varios dueños de establecimientos dedicados a la reparación de vehículos clásicos también se pronunciaron contra el arancel.
“Soy el dueño de un pequeño negocio en Illinois. Desarrollamos y fabricamos autopartes para vehículos Porsche de más de 10 años de antigüedad, un nicho muy pequeño. Empleo a 10 personas y tengo socios en varios estados para distribuir nuestros productos.
“Sin embargo, todavía dependemos de las armadoras para conseguir partes complementarias para las nuestras, por lo que nos veríamos seriamente afectados por el arancel”, señala una de las cartas enviadas al Departamento de Comercio.
El ciudadano Daniel Graf sugirió que los autos clásicos y vintage deberían estar clasificados en la categoría de Artes y Hobbies, como cualquier otro objeto coleccionable como lo son las esculturas, las pinturas o estampillas.
Harry Clark, del Club Americano Bugatti, comentó que los clubes
de coleccionistas de autos clásicos impulsan la educación automotriz y sus miembros donan dinero al Colegio McPherson de Restauración
en Kansas.
“Estas donaciones generan becas para los estudiantes para que aprendan cómo restaurar autos clásicos, incluyendo Bugattis, ayudando a crear mano de obra calificada mientras mantenemos nuestro hobby vivo”, expuso.
A mediados de mayo, el Departamento de Comercio de Estados Unidos inició una investigación bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial para determinar si las importaciones de autos, SUVs, vans, camiones ligeros y autopartes representan una amenaza a la seguridad nacional de ese país.
De ser así, Estados Unidos puede imponer un arancel de 25% a los vehículos y autopartes importados.
