La imposición de aranceles al acero y a sus derivados ha generado un clima de inquietud en la industria mexicana, pues no se trata únicamente del metal en bruto, sino de una amplia gama de insumos que forman parte de las cadenas productivas, así lo señaló Imelda Elizalde, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), que explicó que ya se han identificado riesgos y escenarios en caso de que la medida se confirme en los próximos meses.
“Al revisar el alcance de estos aranceles nos damos cuenta de que no sólo se trata del acero, sino de miles de productos que podrían verse afectados y no sólo San Luis Potosí si no todo México”, expresó.
Según detalló, el sector privado se encuentra evaluando las distintas variedades del acero y los insumos relacionados, ya que su encarecimiento impactaría de manera directa a bienes de consumo primario y de gran volumen en el mercado.
La dirigente empresarial subrayó que el periodo de 90 días que se otorgó como margen de negociación ha permitido realizar un análisis más profundo sobre la forma en que estas tarifas repercutirían en la gran industria.
Aunque aún no existe una definición sobre la tarifa final, señaló que se han detectado oportunidades en mercados alternativos y en segmentos de la industria que podrían diversificar sus destinos comerciales.
Así mismo, comentó que en las últimas dos semanas Canacintra ha sostenido reuniones con empresas clave que no sólo producen acero, sino que lo utilizan como materia prima en sus líneas de fabricación.
“Hasta ahora no hemos visto una reducción en la producción; las compañías han hecho un esfuerzo por mantener estabilidad en el empleo y evitar detener operaciones, aunque sí han tenido que modificar estrategias internas para estar preparados ante posibles cambios”, indicó.
Sobre el sentir del empresariado, la líder empresarial reconoció que existe preocupación y expectativa frente a la negociación, pero también la disposición de explorar nuevas alternativas.
“Necesitamos estar listos con propuestas y mercados distintos, en caso de que los aranceles coloquen en desventaja a nuestra industria. Lo importante es anticiparnos y no esperar a que el impacto sea irreversible”, afirmó.
Elizalde advirtió que en Estados Unidos también existe vulnerabilidad si se llega a cerrar la puerta a las importaciones mexicanas, ya que muchas industrias del país vecino dependen del acero nacional para mantener su producción.
“Es un juego de negociación, ya que ellos también saben que sustituir el acero mexicano no es tan sencillo y que esa carencia podría ponerlos en desventaja”, concluyó.