Boeing Co destituyó a su presidente ejecutivo, Dennis Muilenburg, luego de un año de intenso escrutinio y problemas provocados por dos accidentes de su avión 737 MAX.
La salida de Muilenburg ocurre cuando el fabricante de aviones más grande del mundo intenta obtener aprobaciones de los reguladores para que pueda volver a volar su avión de pasajeros más vendido y recuperar la confianza de usuarios y aerolíneas.
"La junta directiva decidió que era necesario un cambio en el liderazgo para restaurar la confianza en el avance de la compañía a medida que trabaja para reparar las relaciones con los reguladores, los clientes y todos los demás interesados", dijo la compañía.
Las acciones de la compañía, que han caído más del 20 por ciento desde marzo, subían más del dos por ciento, a 335,24 dólares, en las primeras operaciones de la jornada.
El presidente del directorio, David Calhoun, asumirá también el cargo de presidente ejecutivo a partir del 13 de enero, dijo la compañía.
El analista aeroespacial Richard Aboulafia dijo que el nombramiento de Calhoun, quien antes fue presidente de operación de cartera del Grupo Blackstone, proporcionará la estabilidad necesaria a corto plazo, pero no el "énfasis en la ingeniería" a largo plazo que la compañía necesita.
"Calhoun es respetado en la industria (...) Pero a largo plazo, ¿trae las herramientas adecuadas?", añadió Aboulafia.
La paralización de los vuelos del 737 MAX ha sido la crisis más grave que Muilenburg enfrentó en sus 34 años en Boeing, donde comenzó como pasante en 1985, hasta llegar al cargo principal en 2015.