Considerada la puerta de entrada para el mercado latinoamericano, México se ubica como una zona estratégica para productores de vino de La Rioja, España, quienes quieren llevar esta bebida al público millennial en el país.
“Queremos que sientan el vino de Rioja como propio, como parte de su ADN. Que le den una oportunidad, de una forma desenfadada sin mayores sofisticaciones, fundamentalmente en la gastronomía, pero también en otras formas de consumo”, dijo el director general del consejo regulador de la denominación de origen calificada Rioja, José Luis Lapuente.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el representante de la región productora de vino más importante de España, dijo que si se considera a todos los países hispanohablantes, quitando a la nación europea, México representa al menos 50% de su comercialización.
Explicó que para los productores de Rioja es importante que muchos más mexicanos conozcan y valoren el vino, lo integren en su dieta y sean conscientes de los beneficios que les proporciona.
“Una bebida con moderación como es el vino, es atractiva con lo que queremos que el mercado crezca. México es un mercado pequeño. Si lo comparamos con el español, estaremos hablando de una proporción de uno a 11, con lo que nuestra aspiración es que se agrande por el respeto y cariño que tiene el público mexicano por los vinos de la región de La Rioja”, explicó.
Los vinos de Rioja enfrentan otras preferencias del consumidor mexicano, quienes además de optar por cerveza o tequila, tienen entre sus gustos vinos latinoamericanos de Argentina o Chile.
México representa para las exportaciones de vino de la Rioja su décimo segundo destino, con 3 millones 200 mil botellas al año, equivalente a 13 millones de euros.
“Nuestra aspiración es que el consumidor mexicano joven tenga el reto de conocernos. Aquel que prueba los vinos de Rioja va a encontrar una elegancia y sutileza en un producto listo para beber que acompaña perfectamente las comidas”, dijo Lapuente.