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Cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) representa una derrota para el sentido común, dijo Citibanamex.
En un análisis sobre la decisión del próximo gobierno, la firma financiera dijo que los detalles aún son muy vagos, con la obra que se mantiene altamente escéptico sobre la viabilidad de la propuesta alternativa de AMLO.
“La decisión implica un deterioro significativo del marco macroeconómico hacia adelante, como lo sugiere el empeoramiento sustantivo de los indicadores macro-financieros después del anuncio de AMLO. Quizá más relevante aún desde una perspectiva de mediano plazo es la señal negativa que esta decisión en particular envía a los mercados sobre la manera como se hará política bajo el gobierno de AMLO”, explica el documento.
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En opinión de Citibanamex existen serias dudas de que una solución al sobre congestionamiento de tráfico aéreo de la Zona Metropolitana del Valle de México esté lista antes de mediados de la próxima década.
“En particular, pensamos que el Movimiento de Tráfico Aéreo (MTA) alcanzará el límite de 55 millones de pasajeros por año permitido por la infraestructura del aeropuerto actual de la Ciudad de México mientras que el de Toluca (MTA por abajo del millón de pasajeros por año actualmente) ofrecerá un alivio modesto, pues es poco probable que las dos pistas de aterrizaje propuestas para Santa Lucía hayan para entonces obtenido todas las certificaciones requeridas, aún si efectivamente están listas en el tiempo prometido”, explicó.
Lo anterior, añadió, implica una restricción significativa en comparación con el tráfico aéreo de 60 millones que esperaba procesarse para 2025 vía el proyecto descartado del NAICM.
Para Citibanamex, en el aspecto financiero, el costo de cancelar el proyecto actual está subestimado.
El grupo financiero explicó que el costo total del NAICM está estimado en 285 mil millones de pesos, de los cuales 197 mil millones de pesos ya se obtuvieron vía los mercados con emisiones de deuda y Fibra E así como con recursos fiscales. Por otra parte, los desembolsos a la fecha son de 58 mil millones de pesos con otros 112 mil millones de pesos asignados a contratos hoy vigentes.
“El primer monto, junto con aproximadamente 40 mil millones de pesos correspondientes a los contratos vigentes que ya involucran compras de materiales, representa el costo inmediato de cancelar el proyecto”, añadió.
Además de lo anterior, destacó, se deben considerar las garantías que se activan sobre los bonos emitidos; un pago obligatorio de dichos instrumentos a su valor de emisión se activará si la concesión a la compañía desarrolladora GACM se cancela.
“Un acuerdo negociado con acreedores es el resultado más factible pero nuestros estrategas de deuda piensan que será un largo proceso. Por lo tanto, pensamos que a final de cuentas serán necesarios recursos fiscales adicionales aun para una expansión mucho más modesta”, dijo la firma.