Luego de que la Asociación Tradiciones Potosinas confirmó la cancelación de la Procesión del Silencio en San Luis Potosí por segundo año consecutivo a causa de la pandemia del Covid-19, sectores dedicados a servicios turísticos han reconocido que es una medida necesaria, aunque está decisión será un nuevo golpe para la economía de los negocios del Centro Histórico de la capital.
Al respecto Amparo Rosillo, presidenta de la agrupación comercial Nuestro Centro, consideró que es una noticia muy triste para los comercios del primer cuadro de la ciudad, sin embargo aprovechó para hacer un llamado a que las autoridades tomen medidas más puntuales para lograr frenar los contagios, en este sentido consideró que es momento de que se apliquen sanciones a quienes son sorprendidos paseando o quitando acordonamiento de plazas públicas o sin portar cubrebocas.
"Hay que empezar porque sea obligatorio el uso de cubrebocas, como ya ocurrió en otros estado que se está multando porque así habría mayor responsabilidad y podría haber una reactivación más cercana", enfatizó.
Entrevistado por separado, el presidente local de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), Juan Carlos Banda Calderón, subrayó que se vislumbra un panorama complejo sobre todo para hoteles y restaurantes que se ven más beneficiados anualmente por los casi 160 mil visitantes al evento religioso, refirió que en otros años los hoteles comienzan a tener reservaciones desde meses atrás para asistir a la marcha del viernes Santo, por lo que se reciben turistas nacionales e internacionales, lo cual en este año en particular significaría un foco de contagios.
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Anticipó que habrá pérdidas millonarias, no obstante reconoció que el estado atraviesa uno de los peores episodios de la pandemia y por ello se decidió dar marcha atrás a la marcha en la que participan 17 cofradías.
Cabe destacar que la Procesión del Silencio del estado de San Luis Potosí es la segunda mejor a nivel mundial, después de la de Sevilla.
Es una de las celebraciones de Semana Santa más importantes de México y fue declarada Patrimonio Cultural del Estado de San Luis Potosí en el año 2013.
