Hoy se conmemora el aniversario 108 años del inicio de la Revolución Mexicana, hecho histórico que marcó el rumbo del país a inicios del siglo pasado. Ante esta serie de cambios, la circulación de moneda se vio afectada y su circulación no fue la misma, lo cual ocasionó cierta escasez en esos años.
De acuerdo con el Banco de México, estas son algunas de las monedas que circulaban en los años de la Revolución Mexicana, y también el surgimiento de los “bilimbiques”: Moneda de las fuerzas beligerantes, las cuales ante la escasez de monedas, las fuerzas beligerantes del movimiento revolucionario, se vieron obligados a poner en circulación monedas, billetes y cartones que habían sido acuñados por ellos mismos.
Fabricada con aluminio, una moneda característica de esos años era el “Tlaco de Hacienda” y algunas tenían un valor de “Un mecate chapeo”. Estas eran emitidas por haciendas y se indicaba el valor correspondiente a un día de trabajo o por lo cual podía ser intercambiada esa moneda.
Moneda de Francisco Villa: Una de las monedas que más ha llamado la atención es el “peso de bolita”, y el sin par “Muera Huerta”, la cual fue acuñada en Cuencamé, Durango, entidad natal de Doroteo Arango.
Esta moneda destaca por contener una demanda política, además de la sentencia de muerte dictada por Huerta a quien la portara.
Moneda de Emiliano Zapata: Fabricadas de plata, destacaban por la leyenda: “Reforma, libertad, justicia y ley”. Como características principales se observaban dos montañas y un volcán humeante al centro, además uno de los detalles que más llamaban la atención era que al centro había un sol con un rostro humano.
Por su parte, los billetes también tienen características diferentes en cuanto a su uso, pues en un inicio, no eran fácilmente aceptados y se recurrió a ellos debido a la nula circulación de monedas.
Los “bilimbiques”: Entre 1913 y 1915, autoridades municipales, militares, comerciantes y hacendados emitieron su billete conocido como “Bilimbiques”, el cual hacía referencia a William Weeks, un norteamericano que les pagaba con este papel a los trabajadores de la mina Green de Cananea.
Los “bilimbiques” tenían valor en donde el emisor controlaba cierta región, pues eran fácilmente falsificados, lo cual ocasionó la pérdida de su valor.
Los billetes “Infalsificables”: Con muy poca duración en circulación, estos fueron emitidos en 1916, y dejados de utilizar en el mismo año debido a su pronta devaluación, su fabricación corrió a cargo por el “Bank Note Company de Nueva York”.
En 1917, a finales del movimiento revolucionario se acordó que la emisión de monedas y billetes deberían estar a cargo de un solo banco bajo el control del gobierno y que en 1925 empezó a funcionar el Banco de México.