Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el crecimiento anual máximo que puede aspirar la economía nacional, de 3.2% para 2024, será el más moderado que se haya registrado desde la administración de Emilio Portes Gil, quien fue presidente de México entre diciembre de 1928 y febrero de 1930.
Hace 90 años, la Gran Depresión que se originó en Estados Unidos golpeó directamente a México, cuya economía todavía estaba bajo los efectos de la crisis política por el asesinato del entonces presidente electo Álvaro Obregón, en 1928, lo que orilló al Congreso a designar a Portes Gil como mandatario interino.
En esa transición, el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió apenas 0.4% en 1928, para luego caer 3.6% en 1929 y desplomarse 6.6% en 1930, según información del Inegi.
Casi un siglo más tarde y tras el paso de 16 presidentes, López Obrador ha prometido que la economía va a alcanzar una tasa anual de crecimiento de 4% en su mandato, porque asegura contar con el respaldo de empresarios y gobernadores.
Sin embargo, Hacienda, en representación del mandatario, recién entregó al Congreso el Paquete Económico 2020, en el que anticipa que el PIB conseguirá su mayor expansión en este gobierno hasta 2024.
Los escenarios más optimistas que incluye el paquete indican que la economía crecerá 3.2% en ese año, después de avanzar en el mejor de los casos 3.1% en 2023, 3% en 2022, 2.8% en 2021 y 2.5% en 2020.
Desde hace nueve décadas, la economía no había aspirado a crecer tan poco en el mejor año de una administración federal como ahora.
Analistas de CitiBanamex coincidieron en que el PIB alcanzará su mayor ritmo al final del sexenio, cuya tasa prevén de 2.5% en 2024.
Desde su perspectiva, la inversión será la variable clave para la economía en este gobierno, cuya escasez va a restringir el crecimiento potencial, porque calculan que el aumento del gasto público se verá limitado por la disminución del capital de la iniciativa privada.
“La naturaleza discrecional de la toma de decisiones dentro de la administración de López Obrador, confirmada con anuncios que van desde cancelar el aeropuerto en Texcoco, hasta construir una nueva refinería por parte de la Secretaría de Energía y Pemex, se refleja en una preocupante carencia de inversión”.
Anticipan que la inversión total en México será equivalente a 20.9% del PIB este año, siendo el registro más bajo desde 2005, además, creen que este nivel seguirá hasta 2024.
Años cúspide. En el sexenio de Enrique Peña Nieto, la economía tuvo su mejor desempeño en 2015, cuando el PIB creció 3.3%, por encima de la tasa máxima de 3.2% que vaticina Hacienda al final de este gobierno. Bajo el mandato de Felipe Calderón, la economía llegó a expandirse 5.1% en 2010, y con Vicente Fox avanzó 4.5% en 2006.
Aunque le tocó enfrentar la Crisis del Tequila, Ernesto Zedillo alcanzó crecimientos de 6.8% en 1996 y en 1997, tasa que no ha sido superada desde entonces.
Encabezada por la industria, la expansión del PIB fue de 5.2% en 1990, el año cúspide para la economía en la presidencia de Carlos Salinas.
Luego de la crisis de 1982, Miguel de la Madrid consiguió un crecimiento de 3.5% en 1984, ante el saneamiento financiero de empresas y mejores condiciones de crédito bancario a la producción.