Empresa reinstala a sindicalistas despedidos de manera ilegal en San Luis Potosí

Las puertas de la planta de ThyssenKrupp, en San Luis Potosí, se abrieron nuevamente para Verónica Isabel Martínez y Rogelio Villanueva.

No fue un reingreso cualquiera: ambos retomaron sus labores luego de haber sido despedidos de manera ilegal el pasado 2 de septiembre, tras asumir la representación de la Liga Sindical Obrera Mexicana dentro de la empresa.

La reincorporación de ambos trabajadores marca el cumplimiento de una medida de reparación por la violación al derecho de libertad sindical, atribuida a directivos de la compañía.

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Dicho acto derivó en la activación de una queja ante el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, contemplado en el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.

Más allá del resultado legal, el regreso de Verónica y Rogelio es leído como una victoria moral.

Durante el conflicto, ambos rechazaron propuestas económicas que buscaban poner fin a su relación laboral y con ello, a su papel como representantes sindicales.

Optaron por no negociar su salida y priorizaron la defensa de sus derechos, apostando por la restitución de sus empleos como un acto de justicia.

El caso también vuelve a poner sobre la mesa las limitaciones de la reforma laboral de 2019, diseñada para garantizar derechos fundamentales en los centros de trabajo.

A pesar de su implementación, persisten prácticas empresariales y sindicales que ignoran la ley y apuestan por la intimidación, ante procesos legales que siguen siendo lentos y sanciones que rara vez resultan ejemplares.

Frente a ese escenario, las personas trabajadoras han encontrado respaldo en instrumentos internacionales, como el Convenio 135 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que protege a las representaciones sindicales, así como en el propio Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, que permitió una intervención ágil de autoridades extranjeras y mexicanas.

Otro factor clave fue la respuesta solidaria de parte del personal. Lejos de inhibirse tras los despidos, varias trabajadoras y trabajadores decidieron afiliarse a la Liga Sindical Obrera Mexicana, fortaleciendo el proceso organizativo y enviando un mensaje claro frente a las prácticas de presión de la empresa.

Entre las medidas acordadas también se contempla garantizar las condiciones necesarias para que la representación sindical pueda desempeñar su labor sin obstáculos, además de facilitar la afiliación del personal con el objetivo de alcanzar el nivel de representatividad que exige la ley.

Finalmente, la representación sindical hizo un llamado a la base trabajadora de ThyssenKrupp para acercarse, participar en las próximas reuniones informativas que se realizarán en la sala de juntas y sumarse al proceso de organización, con la mira puesta en construir un sindicato independiente que represente de manera auténtica los intereses de quienes sostienen la producción.

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