Con la finalidad de blindarse de la delincuencia que afecta al primer cuadro de la ciudad, los empresarios comerciales del Centro Histórico han implementado medidas extraordinarias.
Conforme a la organización Nuestro Centro más de 200 comercios cuentan con botones de pánico, cámaras particulares y dispositivos de circuito cerrado, para monitorear su negocio y alrededores, para en caso de que exista actividad sospechosa actuar de inmediato.
Alberto Narváez Arochi, líder de esta organización, detalló que se tienen ya definidos protocolos que se desarrollan y funcionan de forma efectiva con la policía municipal y metropolitana.
Las zonas más conflictivas son la explanada Ponciano Arriaga y los alrededores de los mercados, pues estos puntos son focos rojos donde se reúne el vicio y esto da pie a la comisión de delitos.
Aunque reconoció que los comerciantes están destinando recursos adicionales para blindarse, consideró es una inversión para garantizar su seguridad, su patrimonio y la tranquilidad de los propios clientes que acuden a realizar sus compras.
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apl