Ante la propuesta de la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, el sector empresarial ha levantado la voz y advertido posibles “consecuencias” ante esta medida que ya ha sido presentada en San Lázaro.
Daniel Escobedo Uribe, presidente del consejo directivo de la Asociación de Ejecutivos de la Gestión del Talento Humano (Aderiac), advirtió que esta implementación “debe ser cautelosa” para evitar que desencadenen efectos inflacionarios.
“Actualmente, se discute una propuesta para reducir la jornada laboral en el país; además, está pendiente el dictamen para incrementar los días de aguinaldo y se avecina un ajuste al salario mínimo”, explicó el empresario.
Escobedo Uribe indicó que todos estos cambios, aunque diseñados para mejorar las condiciones de los trabajadores, también generarán un impacto considerable para las empresas a principios de año.
“Se trata de una serie de ajustes que, una vez aprobados, ejercerán presión sobre el sector empresarial, ya que reducir la jornada laboral implica mayores costos para los empleadores y esto, a su vez, puede afectar directamente a los consumidores, ya que las empresas trasladarían esos costos a los precios de sus productos o servicios”, puntualizó.
El presidente de Aderiac señaló que estos aumentos, aunque buscan elevar la calidad de vida de los trabajadores, requieren de una estrategia cuidadosa para no agravar la inflación en el país.
“La intención de estas iniciativas son positivas, pero si no se implementan con cuidado, pueden tener un efecto boomerang. En lugar de beneficiar, podrían terminar afectando a todos los sectores”, explicó.
Así mismo, mencionó que en el caso de la reducción de la jornada laboral, el cálculo se basa en las horas trabajadas. “Al disminuir el número de horas, aumenta el costo por hora de mano de obra. Esto podría reducir el ingreso semanal de los empleados y al mismo tiempo, elevar los costos de las empresas y entonces, el empresario se ve en la necesidad de ajustar los precios, afectando a los mismos consumidores a quienes se quiere beneficiar”.
El ajuste al salario mínimo, según Escobedo Uribe, también supone un reto para los negocios.
“El incremento en el salario es un cambio que debe verse con optimismo, pero es vital encontrar un equilibrio que no impulse la inflación de manera desmedida”.
A pesar de estos posibles desafíos, el empresario aseguró que no se espera una contracción del empleo en San Luis Potosí durante el próximo año.
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“Al contrario, prevemos un crecimiento en la generación de empleos debido al interés constante de la inversión extranjera. San Luis Potosí sigue siendo una zona estratégica para nuevos proyectos, y la reciente visita del embajador de China es un claro ejemplo del atractivo que tenemos para nuevas inversiones”, dijo.
Daniel Escobedo concluyó que el panorama para el próximo año exige que el sector empresarial y el gobierno trabajen de la mano para implementar estas reformas sin comprometer la estabilidad económica del país.