Más Información
Las empresas del sector de alimentos deben de alertar a los mexicanos que en su mayoría utilizan jarabe de maíz de alta fructosa como ingrediente, porque hasta las galletas saladas la tienen.
El titular de la Profeco, Ricardo Sheffield, el jarabe de fructosa que se consume en México es de maíz transgénico proveniente de Estados Unidos, algo que no está prohibido, pero “resulta increíble que una galleta salada tenga jarabe de maíz”.
Ese ingrediente genera problemas de salud en general porque “el jarabe de maíz se absorbe en el tramo del intestino delgado se va directo al hígado y se convierte en grasa”, dijo al término de la conferencia de prensa para presentar El Buen Fin.
La legislación actual impide que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) retire productos adicionados con jarabe de alta fructosa, por lo que debiera de haber cambios a la norma en la que se indique a los consumidores de la existencia de ese endulzante que provoca obesidad en consumos excesivos.
“El problema es que se pueda usar, eso no está prohibido. Pero, que nos informen a los consumidores, hoy en día es imposible encontrar unas galletas, incluso saladas, que no tengan fructosa”.
El otro problema es que la norma pide que se diga “azúcares” con lo que se oculta que hay fructosa, “cuando dice la etiqueta azúcares, en el 90% de los casos se trata de jarabe de maíz”, comentó.