Con una inversión superior a los 2 mil 800 millones de dólares entre 2018 y 2022, la compañía española Iberdrola construye su centro fotovoltaico Santiago, en una superficie de 750 hectáreas en el municipio de Villa de Arriaga en San Luis Potosí.
Santiago, contará con 672 mil paneles solares y tendrá capacidad instalada para generar 170 megawatts de energía. Esto permitirá el abasto a más de 138 mil hogares y se proyecta que arranque operaciones en noviembre de este 2018, al momento el proyecto registra avances de un 70 por ciento.
Carla Hernández, directora del proyecto de la planta fotovoltaica Santiago, detalla que se eligió a la entidad por su ubicación geográfica y principalmente por el favorable clima que coadyuva al funcionamiento de este tipo de centros.
La llegada de esta planta al territorio potosino ha sido un detonante económico y laboral en el municipio de Villa de Arriaga, así como en poblados vecinos.
“Esta planta ha influido mucho en el impacto económico, habitantes de la zona y de otros municipios están trabajando en la construcción de la planta, incluso hemos notado que el fenómeno de que la gente se va a trabajar a los Estados Unidos se ha parado un poco, porque hay quienes vienen de los Estados Unidos y no se están regresando, están trabajando en la obra”, explicó.
La compañía emplea en México a más de 700 personas con quienes desarrolla un amplio programa de formación al que dedica entre un 3 y 4 por ciento de las horas laborables.
Joaquín Aranda, director Iberdrola renovables México, explicó que las condiciones que tiene el país y el estado en específico son ideales para el desarrollo de la energía fotovoltaica ya que gran parte del país tiene una elevada altura lo cual permite que los paneles trabajen a menor temperatura.
Previo al inicio de la obra, la empresa hizo el rescate integral de la flora y la fauna.
Iberdrola actualmente trabaja a la par en sus dos plantas fotovoltaicas en México: la de Hermosillo, de 105 MW, que estará ubicada en el estado de Sonora, y la de Santiago, de 170 MW, en San Luis Potosí. Se proyecta que ambas comiencen a operar antes de que concluya el 2018.
apl