Una posible imposición de aranceles a las remesas enviadas desde el extranjero a México mantiene encendidas las alarmas, no sólo entre las familias de los connacionales, sino también entre los empresarios potosinos.
El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en San Luis Potosí, Luis Gerardo Ortuño Díaz Infante, lamentó la propuesta y aseguró que esto representaría un “duro golpe” para millones de familias mexicanas que dependen de ese ingreso, además de generar incertidumbre económica en todo el país.
“Es un planteamiento lamentable, se les quiere cobrar por ayudar a sus familias, ese dinero ya lo trabajaron nuestros connacionales, ya se lo ganaron con su esfuerzo y su sudor. Gravar las remesas es atentar directamente contra quienes más lo necesitan”, declaró el líder empresarial, quien subrayó que las remesas son el segundo ingreso más importante para México, por debajo únicamente de las exportaciones automotrices.
“Muchas familias potosinas dependen de ese dinero para pagar renta, educación, comida o salud. Cargarles un impuesto sería abrir la puerta a una crisis silenciosa que afectaría primero a los más vulnerables”, advirtió el presidente de Coparmex.
Sobre los motivos detrás del posible arancel, se ha especulado que la medida buscaría aumentar la recaudación fiscal.
Sin embargo, expertos han señalado que gravar las remesas podría provocar un efecto contrario: fomentar el uso de canales informales de envío de dinero, con menor supervisión y mayor riesgo para los usuarios.
El líder de Coparmex llamó a que se frene cualquier intento de imponer un impuesto a las remesas y a que se respalde a quienes, desde el extranjero, sostienen con su esfuerzo a millones de familias mexicanas.
Cabe destacar que, de acuerdo con cifras del Banco de México, en 2024 el país recibió más de 2 mil millones de dólares en remesas, una cifra que fue uno de los principales motores que sostuvo el consumo interno en muchas regiones del país, incluyendo San Luis Potosí.