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El arancel que está cobrando el gobierno de los Estados Unidos de América al tomate mexicano de 17.5 por ciento lo terminará pagando el consumidor de aquel país y por tanto, no habrá afectación a los exportadores potosinos de tomate, detalló el titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos (Sedarh) Alejandro Cambeses Ballina.
El funcionario potosino expuso “tengo entendido que el impuesto ya se está cobrando, pero aún no se sabe quién lo va a retener: si va a ser el agente aduanal o será el comercializador, o el agente importador, lo que estamos haciendo en San Luis Potosí es identificar a los productores de tomate a los que no les aplicaría el arancel”.
Añadió que de cualquier forma se espera que el costo de este arancel termine por transmitirse al consumidor final, porque no es justo - además de inviable - que sean los productores mexicanos y potosinos los que absorban este arancel, teniendo que pagar esta cuestión el consumidor estadounidense.
Refirió que Mastronardi, que es la empresa comercializadora con la que se ha firmado el convenio de distribución para los tomates que se producen en los invernaderos propiedad del estado les ha comentado que sigue en firme su convenio y que ellos, a su vez, tendrán que trasladar el impuesto al costo de comercializador final.
Esto significa que al final de cuentas todavía es posible revertir esta medida, así lo han expresado propios empresarios de los Estados Unidos, especialmente los comercializadores que son los que finalmente serían los más afectados, no el productor mexicano, por lo que ellos mismos están presionado para que se cancele este arancel “creo que antes de que termine este mes podemos tener noticias favorables”.
