El sector de la construcción en San Luis Potosí cierra el año con señales de desaceleración y una notoria disminución en el volumen de obra pública ejecutada, informó Leopoldo Stevens Pérez, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en el estado.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tendencia nacional muestra una contracción sostenida en los últimos meses, situación que también se refleja en el panorama potosino.
Stevens Pérez explicó que la caída no se debe únicamente a factores locales, sino a un entorno de incertidumbre económica internacional, principalmente influenciado por las políticas de inversión y los ajustes financieros en Estados Unidos.
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“Seguimos viendo una cuantificación de obra a la baja. No es un fenómeno aislado, sino una situación nacional. La inversión pública se ha visto afectada por la cautela que existe ante los cambios en la administración federal y por el comportamiento económico del país vecino del norte”, señaló.
El dirigente explicó que la transición de gobierno federal ha provocado que muchos proyectos se mantengan detenidos o sin recursos definidos, lo que ha generado un freno en la licitación de obras. Sin embargo, expresó su optimismo en que el próximo año se reactive el flujo de recursos destinados a infraestructura.
“Creemos que el presupuesto federal de ingresos podría fortalecerse, lo que permitiría reactivar la obra pública. Actualmente se estiman cerca de 145 mil millones de pesos para el rubro de infraestructura, pero confiamos en que la cifra pueda incrementarse conforme se consolide la nueva administración”, comentó.
A pesar del panorama desfavorable, no se han registrado despidos masivos en el ramo de la construcción. Stevens explicó que, debido a la naturaleza de los contratos, la mayoría de los trabajadores son eventuales y se desplazan entre proyectos conforme surgen oportunidades.
“La obra pública tiene trabajadores por contrato; cuando termina un proyecto, ellos se incorporan a otras obras. Las empresas constructoras han optado por mantener su personal de planta, administrativos, técnicos y encargados de almacén, porque confiamos en que el próximo año se generen nuevas oportunidades”, aseguró.
El presidente de la CMIC subrayó que el sector ha resistido 18 meses de desaceleración continua, pero mantiene sus bases sólidas gracias a la diversificación de proyectos en vivienda, obra hidráulica y mantenimiento de infraestructura urbana.
Para los constructores potosinos, el cierre de 2025 se perfila como un período de cautela y reacomodo, pero con expectativas favorables para 2026, cuando se espera que los recursos federales destinados a infraestructura tomen un rumbo más definido.
Los acuerdos son en coordinación con la Jurisdicción Sanitaria 05 de la Mixteca de la Secretaría de Salud del Estado, junto con el personal del IMSS-Bienestar de Mesones Hidalgo e instituciones educativas. También valoran la situación epidemiológica para la suspensión de clases.