La aplicación de un impuesto de 3% a servicios digitales como Netflix, Google, Facebook, Uber, Spotify, Airbnb y Mercado Libre, entre otras plataformas, no favorece al desarrollo de la economía digital en México, coincidieron miembros de la industria.
“No apoyamos una iniciativa de esta naturaleza como no hemos apoyado iniciativas similares, como es la del IEPS en telecomunicaciones”, subrayó Julio César Vega, director de la Asociación de Internet.MX.
Desde 2010, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se cobra a servicios de telefonía fija, telefonía móvil y televisión de paga, quedando exento internet.
“Sería volver a una dinámica a través de la cual esta iniciativa busca que el fisco recaude una cantidad incierta de recursos y volveríamos a una situación en donde no tenemos claridad de en qué serían utilizados”.
El ecosistema digital mexicano está en estado de maduración, no consolidado y, por lo tanto, no debiera admitir este tipo de cargas impositivas, agregó el representante de las empresas digitales que operan en el país.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) propuso en la Cámara de Diputados una iniciativa con proyecto de decreto para expedir la Ley del Impuesto sobre los Ingresos Procedentes de Servicios Digitales, en la cual se estipula una tasa de 3%.
La iniciativa destaca que “el comercio electrónico en México ha crecido más de 400% en los últimos seis años, cifra que resulta atractiva para inversionistas a escala mundial”.
El proyecto menciona que estarían obligados a pagar el impuesto personas físicas y morales residentes en territorio nacional, así como los residentes en el extranjero con establecimiento permanente en el país que obtengan ingresos por la inclusión en una interfaz digital de publicidad dirigida a los usuarios.
También se gravará la transmisión de los datos recopilados acerca de los usuarios generados por actividades desarrolladas por estos últimos en las interfaces digitales.
“En todo caso, cualquier tipo de política fiscal al respecto debiera ser para impulsar a las empresas de corte tecnológico para crecer o asentarse en nuestro territorio y de ninguna manera para generar ingresos al fisco que no están justificados en retribución misma del propio ecosistema”, puntualizó el director de la asociación.
Impuestos de este tipo afectan a los consumidores, porque al cliente final se le transferiría esta carga en bienes o servicios que adquiera, destacó.
Javier Salinas, diputado impulsor de la iniciativa, explicó que la propuesta se debe a que existe elusión fiscal por transnacionales como Netflix, Google, Facebook y YouTube.
Por ejemplo, en el caso de Google, que cuenta con oficinas y operaciones en México; mencionó que la empresa reporta ingresos a Estados Unidos donde se encuentra la matriz de la compañía y su domicilio fiscal.
Salinas precisó que se trata de un Impuesto Sobre la Renta que no afectará precios de productos y servicios que se ofrezcan en línea y no aplicará a pequeñas empresas mexicanas.
Discriminatorio. Mario de la Cruz, presidente de la Canieti, dijo que les preocupa el tema y como cámara hicieron un grupo de trabajo para evaluar esa propuesta.
“Todas las empresas que tenemos operaciones en México ya pagamos impuestos, por lo cual generar una carga adicional a los servicios digitales va en contrasentido de poder tener un acceso universal contemplado en la Constitución”.
Además, resulta discriminatorio, subrayó de la Cruz.
“¿Por qué vas a ponerle un impuesto especial a un sector de la economía que además genera productividad e inclusión? ”, comentó.
Ernesto Piedras, director de The Competitive Intelligence Unit (CIU), opinó que no es algo positivo.
“Hay hasta una inconstitucionalidad fiscal si se aprueba algo por el estilo porque la Constitución mandata que se atienda como servicio básico para el ciudadano y le pones estos impuestos de lujo”, señaló Piedras.
“La maquila tiene una política fiscal integralmente armada, la industria petrolera, por el estilo, porque son sectores prioritarios, la salud, la educación también tienen un tratamiento específico y el sector TIC no está teniendo este tratamiento”, explicó.
Tendencia en otros países. La iniciativa del PRD va acorde a lo que se analiza y aprueba en otros países de América Latina.
Felipe Larraín, ministro de Hacienda en Chile, ha explicado que el nuevo Impuesto a Servicios Digitales (ISD) se aplicará a empresas residentes en el extranjero, con tasa de 10%.
Un impuesto de este tipo ya se aplica en Argentina, donde el monto depende de “la alícuota del gravamen sobre el precio neto de la prestación del servicio digital”, señala la resolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos.