Los cambios a color naranja en el semáforo epidémico, y con ello, el endurecimiento en las restricciones operativas para los establecimientos comerciales en el estado, han provocado que los negocios atraviesen por una nueva crisis.
La presidenta de la asociación Nuestro Centro, Amparo Rosillo Izquierdo, explicó que luego de que se registró el retroceso a color naranja y posteriormente naranja con alto riesgo de regresar a rojo, las ventas cayeron significativamente estimando entre un 50 hasta un 70 por ciento a la baja.
En este sentido, subrayó que hay negocios que se encuentran en un escenario poco alentador, ya que, las ventas del día no están siendo suficientes para cubrir los gastos corrientes de un negocio comercial, pues refirió que si antes un establecimiento vendía mil pesos en un día, actualmente debe estar percibiendo entre 200 a 300 pesos como máximo.
Dijo que de momento, es difícil tener una cifra exacta del número de comercios que han bajado la cortina de forma definitiva, ya que, algunos cierran temporalmente en tanto se mejoran las condiciones para nuevamente abrir.
“Llega un momento en el que los negocios no generan ventas y siguen con gastos fijos que no pueden asumir, entonces se ven en la triste posición de cerrar, y eso es lo que queremos evitar, porque no sólo se cierra el negocio, sino que también son familias las que se quedan sin ingreso”, concluyó.