La información sobre hábitos personales que se divulga a diario en redes sociales alimenta una base de datos que puede ser aprovechada por empresas para diseñar productos personalizados, que van desde el entretenimiento hasta los servicios médicos.
El crecimiento de la inteligencia artificial, así como el uso de big data se ha vuelto una herramienta poderosa para que firmas como bancos y aseguradoras conozcan el comportamiento del usuario y le ofrezcan alternativas acordes a su estilo de vida.
Así, los lugares que se visitan, los sitios en los cuales se come o bebe, información sobre ejercicio, las horas dormidas, por mencionar ejemplos, han conformado un historial que es aprovechado por empresas como Facebook o Google para delinear servicios específicos y ofrecer algún producto cada vez que se consultan las redes sociales o se realiza una búsqueda en internet.
Los hábitos en redes pueden llevar a medir qué tan riesgoso es ofrecer un seguro y hacer un traje a la medida para el usuario. Según la consultora Capgemini, las grandes firmas tecnológicas como Amazon, Google y Alibaba representan una amenaza para el sector asegurador, principalmente por mejores estrategias de atención al cliente.
De acuerdo con el reporte World Insurtech Report 2018, elaborado por la firma, 81% de las aseguradoras tradicionales cree que Amazon podría ser la principal fuente de competencia potencial y 59.5% identificó a otras grandes tecnológicas, como por ejemplo Alibaba, otro posible competidor.
Además, Capgemini explicó que las aseguradoras tecnológicas, mejor conocidas como insurtech, están creciendo y facilitan una nueva era de colaboración en el sector asegurador, al tiempo que ofrecen mejoras en la experiencia del cliente, entregan servicios eficientes y crean nuevos modelos de negocio.
Por ejemplo, Alphabet, la empresa matriz de Google, está invirtiendo o estableciendo sociedades con empresas líderes en tecnología aplicada a seguros, como Collective Health, Oscar y Lemonade, con el objetivo de identificar herramientas y técnicas para la recopilación de datos de salud y la atención preventiva.
El Netflix de la salud
En España, el gigante Mapfre desarrolló el proyecto Savia, una plataforma de servicios médicos que por 10 euros al mes ofrece consultas a cualquier hora del día, por videollamada o chat.
Además de la atención a distancia por médicos especializados, Savia se vale de inteligencia artificial para generar diagnósticos a partir de síntomas en el paciente, lo cual, a futuro, podrá utilizarse como fuente de información que generará un seguro personalizado acorde a las necesidades de cada paciente.
Por el momento Savia opera en España, pero es tal su potencial que Mapfre quiere llevarlo a los países en que opera, siendo México un mercado estratégico donde este tipo de plataformas inteligentes podría aterrizar en algunos años.
Los riesgos
Al igual que otros sectores donde el uso de big data e inteligencia artificial es una amenaza, este tipo de aplicaciones presiona a los empleos tradicionales, por lo que para médicos e instituciones financieras es el principal reto a futuro.
La tecnología ya es capaz de diagnosticar errores en sistemas, factores de impacto en una enfermedad, realizar diagnósticos médicos y pronósticos financieros, entre otros. En el caso de México, se estima que 1.7 millones de empleos van a ser afectados en los próximos cinco a 15 años. De estos, algunos serán mejorados, algunos serán transformados y otros serán desplazados.
Para la consultora Everis, el alcance que tiene la inteligencia artificial a través de sus diferentes usos en la industria aún es incierto; sin embargo, su desarrollo se considera en sus primeras etapas y ya es fundamental para la operación de algunos aspectos del sector financiero.
“Sería inexacto afirmar que existe un límite definido en el campo de la inteligencia artificial”, explica Everis.
Si bien es correcto que hay áreas de oportunidad que pueden ahondar en la investigación especializada para optimizar el rendimiento de la inteligencia artificial, “el desenvolvimiento de esta tecnología en los sistemas computacionales ha alcanzado una posición de inmensa relevancia para los mercados, los cuales dependen de sus capacidades para operar de manera habitual”, señala.