El acoso laboral se convierte en el pan de cada día para las mujeres que trabajan en el sector transportista, ya sea de forma operativa al frente de un volante o al desempeñarse en alguna función de los servicios logísticos.
Rebeca Rangel, líder de las mujeres transportistas de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (AMOTAC), refirió que para las mujeres de este sector se ha vuelto “común” ser víctimas de acoso y discriminación, principalmente, pues en ocasiones los mandos medios, incluso llegan a condicionar el trabajo a cambio de otros intereses.
“En las empresas son generalmente hombres y nos dicen: sí te doy el trabajo, pero qué me vas a ofrecer a cambio, y pues ¿qué le vamos a ofrecer? uno está ahí por trabajo”, expuso.
Aunque este tipo de insinuaciones son cada vez más recurrentes, ante la falta de acciones por parte de las propias empresas para sancionarlas, son pocas las denuncias que se realizan, “No se denuncian, porque luego piden pruebas y son verbales pero ya uno mejor busca otra alternativa”.
En este sentido la dirigente subrayó que este 9 de marzo cerca de 2 mil mujeres se sumarán al paro nacional de “un día sin mujeres”, por lo que no asistirán a sus actividades para exigir se garantice la seguridad de cada una de las mujeres mexicanas.