Tras las fiestas decembrinas, el arranque de un nuevo año suele ser un periodo complicado para negocios y comercio local, pues la población enfrenta un cúmulo de deudas que se adquirieron durante las compras de alimentos y regalos de fin de año.
María Dolores Flores, comerciante del mercado República, comentó para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, que para algunos la cuesta de enero viene con sacrificio doble, pues además de que como comerciante enfrenta un descenso en las ventas, lo que reduce sus ingresos diarios, de igual manera como cualquier ciudadano, las presiones por los pagos de servicios, alimentos y deudas son parte de sus preocupaciones diarias durante los primeros meses del año.
“La gente ahorita se quedó sin dinero y andan bajas las ventas… vendo bolsas de 20 pesos y no hay para gastar en esto, pero se hace la lucha y poco a poco voy saliendo”, expresó.
Doña Maria reconoció que para liberar las presiones en el pago a sus proveedores o para completar los gastos personales de servicios como el gas, luz y el agua, si la situación es crítica, recurre a préstamos o en última instancia toma la decisión de empeñar objetos personales de mayor valor.
Esta misma situación la enfrentan otros comercios del Centro Histórico que se dedican a la comercialización de productos como ropa, juguetes y artículos eléctricos.
En una revisión que realizó EL UNIVERSAL por las casas prendarias, aún no es notorio un aumento de usuarios en estos establecimientos, pero los empleados y encargados de estos sitios estiman que a finales del mes de enero el flujo de interesados incremente, por ser fechas en las que comienzan las complicaciones para lograr saldar las deudas.
