La reciente decisión del gobierno estadounidense de postergar nuevamente el incremento de aranceles a productos mexicanos fue recibida con alivio, pero también con cautela, al considerarse que la medida únicamente extiende la incertidumbre que ha frenado inversiones en el país, así lo señaló Luis Gerardo Ortuño Díaz Infante, presidente local de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
El dirigente empresarial explicó que, si bien la medida otorga un margen de estabilidad a corto plazo, la falta de una resolución definitiva mantiene en vilo a los sectores productivos, especialmente en el Bajío.
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“Este aplazamiento no representa una solución, solo alarga el periodo de duda y la incertidumbre es precisamente lo que más ha limitado el crecimiento económico”, advirtió.
Ortuño, consideró que este anuncio puede interpretarse como una señal de avance en el diálogo bilateral, particularmente en lo relacionado con la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
No obstante, subrayó que las declaraciones sobre la posible implementación de aranceles específicos en ciertos sectores generan preocupación entre los industriales.
“Si esos impuestos llegaran a aplicarse en áreas clave como la automotriz o la de electrodomésticos, el impacto sería fuerte, especialmente en estados como San Luis Potosí, donde ambas industrias tienen un peso determinante en la economía local”, puntualizó el líder empresarial.
Añadió que, aun con esta prórroga, la incertidumbre seguirá marcando el panorama económico durante las próximas semanas.
“El cierre del año aún se ve reservado; el crecimiento ha sido limitado y las inversiones siguen detenidas, a la espera de definiciones claras”, expresó.
Para el representante de Coparmex, la prolongación de este clima de duda representa el mayor obstáculo para el desarrollo.
“Mientras más se pospongan las decisiones, más se contraerá la inversión en el país y en nuestra entidad”, sostuvo.
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El sector empresarial, concluyó, espera que el gobierno federal logre concretar acuerdos firmes que ofrezcan confianza a los inversionistas y garanticen estabilidad en los próximos meses.
“México necesita certidumbre, no más prórrogas”, finalizó Ortuño Díaz Infante.